Natural de Villanueva del Arzobispo (Jaén), FELIPE HERREROS RODERO pintor, escultor e imaginero, cuenta con una gran cantidad de obras de temática religiosa (y martirial) y cofrade. Entre las más destacadas merecen mención especial el Gloria del techo del palio de la Virgen de la Trinidad, para la Cofradía “El Rescate” de Baeza, donde se mezclan la talla y la pintura; el Ciclo Pictórico del Corpus Christi de Béjar; el cuadro de la Coronación de la Virgen de la Fuensanta, colocado en la sacristía del Santuario de Villanueva del Arzobispo; el cuadro del hallazgo del Cristo de la Misericordia de Jódar; la imagen de la Virgen de la Amargura, que acompaña a la Expiración, o la restauración de la Verónica de Beas de Segura, así como los carteles que anuncian la Semana Santa en Sabiote y Beas de Segura.

Entre sus últimas obras:

UNA SERIE MARTIRIAL

En julio de 2019 terminó un óleo sobre tabla de 100 centímetros por 70 centímetros que fue encargado por la comunidad trinitaria de San Carlino en Roma. La composición muestra al beato Hermenegildo de la Asunción portando la palma martirial y las reglas de la Orden. En la imagen se destaca la bondad que tuvo en vida, según el autor. Tras él y entre tonalidades rojas y azules, las propias de los trinitarios, aparece el claustro de Borromini, arquitecto barroco del templo donde irá expuesto el cuadro. Es la primera imagen, con la que se abre el artículo, en la que aparece el pintor.

El beato Hermenegildo de la Asunción Iza y Aregita nació en Mendata-Albiz (Vizcaya) el 13 de abril de 1879. De la Orden de la Santísima Trinidad, fue fusilado en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), el 26 de julio de 1936. Fue beatificado por el papa Francisco el 13 de octubre de 2013. El cuadro está en la comunidad de San Carlo alle Quattro Fontane, en Roma, donde el beato Hermenegildo fue ministro conventual de 1922 a 1925.

En Villanueva del Arzobispo, la urna del beato Francisco López Navarrete, tallada en madera en su color, por José Manuel González y la orfebrería de Antonio Cuadrado. La urna tiene cuatro óleos sobre cobre con escenas de la vida y muerte del Beato.

El beato Francisco de Paula López Navarrete, sacerdote diocesano de 44 años, natural de Villanueva del Arzobispo (Jaén), fue asesinado en Orcera (Jaén) el 28 de agosto de 1936 y beatificado en 2013. Párroco de Orcera desde agosto de 1933, lo primero que hizo fue buscar a los 12 más pobres para darles limosna, planear unas misiones para la Sierra de Segura y organizar la Acción Católica. Iniciada la Guerra Civil, según relata Antonio Aranda, seguiría celebrando en Cristo Rey hasta que un día le dieron el alto y cachearon en la llamada Cruz Dorada por lo que desistió de celebrar, aunque lo hiciera en casa, de donde no salía. Le acusaron de hacer propaganda religiosa, defendiendo la fe, aunque siempre le reconocieron como “el padre de los pobres”. Le sacaron de su casa, estando enfermo, y le condenaron arbitrariamente a muerte.

El 15 de diciembre de 2017 en la parroquia de Peal de Becerro se celebraba la acción de gracias por la recién beatificación del sacerdote mártir Aquilino Rivera Tamargo, original de esta localidad. Presidió la Eucaristía el Obispo de Jaén, monseñor Amadeo Rodríguez Magro, quien descubrió un lienzo del Beato pintado por Felipe Herreros.

El beato Aquilino Rivera era coadjutor de la parroquia de Santa María Huéscar (provincia de Granada y diócesis de Guadix). Fue beatificado en Almería en 2017 junto a su párroco, el beato Francisco Martínez Garrido. La parroquia de Siles, en Jaén, venera también una pintura de Felipe Herreros de este mártir que "entregó su vida por amor a Cristo" y que alcanzó la palma del martirio en Vélez Rubio (Almería).

Sobre ellos tuve ocasión de escribir con motivo de su beatificación el 25 de marzo de 2017. Como Huéscar pertenecía en 1936 a la archidiócesis de Toledo, titulé así el artículo:

25.03 - Dos mártires de Toledo - ReL (religionenlibertad.com)

Finalmente, Felipe Herreros realizó en 2018 este cuadro destinado a la localidad almeriense de María. Se trata de un óleo sobre lienzo, en formato 184 x 134 centímetros, que representa al beato Herminio Motos Torrecilla en el instante de la consagración del pan en el cuerpo de Cristo. Incluye también referencias a su localidad natal y a su martirio. En la realización de este cuadro, el pintor empleó cinco semanas de intenso trabajo. La obra puede contemplarse ya en la parroquia de la Encarnación del municipio almeriense de María.

Herminio Motos Torrecillas, nacido en María (Almería) el 9 de diciembre de 1887, era desde 1912 párroco de su pueblo, donde lo martirizaron cuando contaba 48 años.

En enero de 1936, ante el beato don Diego Ventaja, profetizó: Caeremos muchos, caerán no sólo los mejores, sino los mejores y los peores. Pero no hay que olvidar las palabras de Jesús a Pedro: “Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”. Vendrá la persecución a la Iglesia, pero después vendrá el resurgir y un nuevo florecimiento.

Al comenzar la Persecución Religiosa, el 23 de julio, registraron su casa y lo expulsaron del pueblo. Refugiado en el próximo cortijo de Zelaya, declaró: Yo he ofrecido mi vida por la salvación de mi pueblo.  El beato Herminio, cayendo nuevamente de rodillas, les contestó: Pues matadme, yo no puedo más; pero os perdono todo.  Llevado a la dehesa de Alfahuara el trece de octubre, repartió sus pertenencias entre los milicianos y alcanzó el martirio.