Este Jueves Santo no voy a decir mucho pero te invito a pararte, tomarte unos minutos para ir a una iglesia, sentarte en el banco que más te guste, el primero, el último o uno del medio y mirar al Señor sin prisa y sin pausa.

La foto que acompaña el artículo de hoy es del Cristo yacente del convento de los Capuchinos de El Pardo (Madrid). Es obra de Gregorio Fernández, un escultor del S. XVII; también es obra suya el famoso Cristo yacente de las Clarisas de Monforte de Lemos (Lugo) y otras esculturas que se pueden admirar en diversos lugares de España.

Pone los pelos de punta, no es una imagen bonita ni agradable, de verdad se ve la muerte al contemplar esta escultura.

Y es que Jesús de Nazaret murió de verdad. Y de una forma violenta y cruenta, desangrado y asfixiado tras ser dado de latigazos hasta casi casi morir.
Y lo hizo voluntariamente, por amor a ti, para que pudieras entrar en el Cielo.

Hazte cargo si puedes  y dale las gracias por todo lo que nos regaló el primer Jueves Santo de la Historia y por regalársenos Él mismo el primer Viernes Santo.

Y si no se te ocurre qué decirle puedes simplemente escuchar esta canción de Marcos Vidal  y hacer tuya cada palabra.

Que Dios te bendiga y María te guarde.