Año del Señor 2018
26 de marzo 

Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.                              

ORACIÓN DE INTRCESIÓN

Ayer entré en el oratorio del Noviciado y me senté en el suelo para estar un rato con el Señor. Durante un buen rato me quedé mirando el cesto de mimbre que tenemos debajo del Sagrario. Este cesto es “nuestro arca”; es decir, donde ponemos todas las peticiones de oraciones que nos hacen. Por ejemplo, llama una persona pidiendo que oremos por su hijo, o por un amigo enfermo, o por un trabajo... se escribe esa petición en un papel y se pone en el cesto. ¡Así está lleno de vida! 

Ahora en el cesto hay papeles de todos los colores y, sobre todo, muchos nombres e historias. 

Cada vez que estamos en el oratorio intercedemos ante el Señor por todas estas peticiones de oración, ya que nuestra vocación es de intercesión: ser puente entre Dios y los hombres. 

Al bajar a Vísperas me encontré con las sacristanas, que estaban poniendo el Monumento para el Jueves Santo. De pronto tuve una idea. Les pedí que si podría bajar el cesto de oraciones y ponerlo a los pies del Monumento, para orar por todas estas intenciones en los Días Santos. ¡Y me dijeron que sí! 

Qué especiales son estos días, donde todo te habla del Señor de una manera tan fuerte y palpable, todo respira oración profunda. ¡Va a ser genial poder orar por tantas personas! 

En la oración de la tarde, pensando en lo que celebraremos en el Tríduo Pascual, le daba gracias al Señor por este gran misterio de dolor y vida. Sí, pues de este sufrimiento de Cristo nace para nosotros la vida. Y lo único que nos pide Jesús en estos días es que nos colguemos de Él. 

No quieras vivir la Semana Santa programando; deja las riendas a Cristo, permítele que Él te organice estos días. Tú ve detrás de Él dándole gracias porque, por su pasión, muerte y resurrección, tú puedes ser feliz. 

Hoy el reto del amor es que entres en una iglesia o en tu habitación y que, ante la cruz de Cristo, hagas tu oración. ¿Y qué es orar? La oración es sentarse un ratito con Jesús y hablarle de corazón a corazón. Cuéntale lo que te pesa, lo que te hace sufrir, lo que te preocupa, también lo que te hace feliz, los sueños que tienes... Todo lo que llevas en tu corazón déjalo en el corazón de Cristo; y tú podrás descansar. Ahora que ya has compartido todo con Jesús, es muy importante que no le des soluciones a las cosas, sino que hagas un acto de confianza en Él, que dejes a Dios ser Dios. Él ya está actuando en tu vida, pídele unos ojos nuevos para verle actuar. Y dale gracias por todo. Esto es orar. Descansar tu corazón inquieto en Su corazón y recibir del corazón de Cristo una paz y una alegría insuperables. Te invito también a que ores por esa persona que necesita que intercedas por ella. 

Y, si quieres que pongamos tu petición en nuestro cesto para que oremos por ella el Jueves Santo, puedes enviarla a este correo electrónico. 

vivedecristooracion@gmail.com

Encenderemos una vela junto al Señor por ti.

VIVE DE CRISTO


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¡Feliz día!


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