El Papa Francisco gusta, en muchas ocasiones, hacerse preguntas y ofrecer respuestas. Suelen ser preguntas propias de gente sencilla o de personas que quizás no tengan mucha formación religiosa. En sus catequesis sobre la misa, el Papa se formulaba esta pregunta: “¿Por qué hay que ir a misa el domingo?”. Y se contestaba así: “Nosotros los cristianos vamos a Misa el domingo para encontrar el Señor resucitado, o mejor dicho, para dejarnos encontrar por Él; escuchar su Palabra; nutrirnos en su mesa; y así, hacernos Iglesia”. El domingo es el día el que “Jesús había resucitado de los muertos y se había aparecido a los discípulos, hablando con ellos, comiendo con ellos, donándoles a ellos el Espíritu Santo”. En domingo “sucede incluso la gran efusión del Espíritu en Pentecostés”. Por estas razones, “el domingo es un día santo para nosotros, santificado por la celebración eucarística, presencia viva del Señor entre nosotros y para nosotros”. ¡Preciosa y concreta la respuesta del Papa! No olvidemos prestar la máxima atención al saludo inicial del sacerdote: “La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo esté siempre con vosotros...”. Se nos invita a abrir de par en par nuestro corazón a la presencia de la Santísima Trinidad en cada misa y en cada uno de nosotros. ¡Qué gran regalo para anhelar más nuestra participación en la Eucaristía!