Es domingo: Contemplar y Vivir el Evangelio
 
2º de Adviento: Preparad el camino al Señor
 
[Este segundo domingo de Adviento proclamamos en la liturgia el comienzo del evangelio de san Marcos. En él se hace una breve presentación de Jesús y se muestra a Juan Bautista como el precursor, el que anuncia la llegada del Mesías. Es un anuncio que, según ese relato, fue acogido masivamente en la región de Judea y entre los habitantes de Jerusalén. Por eso que, lo que parecía una tarea imposible, apresurar la llegada del Señor y allanar sus caminos, se convierte en pequeñas acciones, en compromisos cotidianos. Lo que era una tarea inmensa la podemos ir realizando junto a otros cristianos formando comunidades, grupos de oración y evangelio, equipos de solidaridad, etc. Hoy también es necesario abrir caminos de esperanza en los desiertos de nuestra sociedad, ambientes y familias; allanar las simas de la desigualdad y la prepotencia y preparar así el camino del Señor. ¿No es apasionante el compromiso evangélico de Jesús para hoy?].
 
Si te ayuda, puedes empezar así: -Señor, estás… -Señor, estoy… Que el eco de tus palabras en las que nos prometes tu venida y nos pides preparar los caminos del Señor, enderezar sus senderos, se haga realidad hoy con fuerza dentro de mí…
 
Del Evangelio de san Marcos 1,1-8: (Tener a mano el texto completo y leerlo).
 
>“Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”.
-Es el título de todo el Evangelio de san Marcos. Así de simple y así de denso. Bien elocuente, digamos. Evangelio: la Buena noticia que es y que trae Jesús. Nombre que significa “Dios salva”. Indica que Dios ha entrado en la historia como Mesías (o Cristo o Ungido) e Hijo de Dios, para salvar a su pueblo. Ésta es su verdadera identidad y misión, que solo se revelará en la cruz. En la cruz queda claro que es el Hijo obediente a la voluntad del Padre. Excelente retrato de Jesús en poquitos trazos. Con sinceridad, ¿cómo lo ve tu fe y tu amor? ¿Qué dices tú de Él y de su Evangelio?
    Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo,  mi Salvador y mi Salvación, úngeme con la unción de tu Santo Espíritu para caminar con acierto por los caminos de la vida haciendo el bien. Como Tú, mi Señor.
 
>“Se presentó Juan en el desierto bautizando y predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados…” ¿Y cómo se presentó? “Juan Bautista iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre…”
-Así se presenta a Juan, su misión y su atuendo: su forma de vestir, en consonancia con el mensaje que predica, habla de austeridad y renuncia. Dos maneras indispensables hoy también, de ir contracorriente del consumo y del secularismo, al tiempo que así se puede ayudar más y mejor a los demás. ¿Quién lo entiende? ¿Quién lo practica? Adviento es la ocasión de probar. Nos irá mejor a todos. Juan además bautiza y predica la conversión: su anuncio tiene carácter de urgencia, es decisivo y a nadie puede dejar indiferente. A mí tampoco. De este modo viviré un Adviento auténtico que me prepara de verdad para la celebrar la venida del Señor. La que sea. Pido la gracia de animarme y de atreverme.
    Señor, tu precursor y mensajero me habla claro, pero no sé qué hacer y cómo hacerlo. Que vea, Señor, que vea, porque si no vas a llegar y no te voy a descubrir. Necesito ser distinto, Señor. Te espero.
 
>“Y proclamaba: ´Detrás de mi viene el que es más fuerte que  yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Y os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo
-Juan dice la verdad sobre Jesús y sobre él mismo; deja claro que ni siquiera se considera digno de ser siervo del Mesías que él anuncia. Y es verdad. Esa es la gran humildad del Bautista. En este Adviento, Juan se dirige a nosotros: decir siempre la verdad y con toda humildad es un mensaje indispensable para vivir bien el Adviento. Con esas actitudes se puede conocer al Señor cuando llega a visitarnos: ahora en Navidad, por ejemplo. ¡No olvidarlo! Tanto más cuanto que uno tiene que aprender a ser mensajero de Jesús para los demás. ¿Qué es un cristiano, si no?
-Ya hemos sido bautizados con agua, ahora hemos de ser bauzados con el Espíritu por Jesús. ¿Qué significa eso? Es la vida nueva y definitiva que nos ha traído Jesús: su persona y su mensaje.  Si uno le acoge, él nos llena de su mismo Espíritu Santo, habita en nosotros y hace la obra de Dios en nosotros, consintiendo en ello. ¿Somos conscientes de que nuestro bautismo nos introduce en un “mundo nuevo”, el mundo de Dios? ¿Vivimos como personas nuevas, según el Espíritu Santo? ¿O éste no significa nada o poca cosa para mí? ¡Es un error!
    Señor, que este Adviento sea obra del Espíritu Santo dentro de mí, levante todo lo que está hundido en mí, y abaje todo lo que está elevado por mi falta de humildad y creerme mejor que nadie. De otro modo, no seré camino preparado para que llegue el Pequeño, que he de conocer y vivir en Navidad. 
 
Si quieres concluir: Agradece… E invoca al Espíritu Santo para que te ilumine y fortalezca en los caminos del desierto de tu andar cotidiana… Creo, Señor que has venido, vienes y vendrás.
   
Preparar el camino del Señor: esta es la tarea del cristiano, de cada uno de nosotros. Es necesario bajar esos montes y collados que se han hecho grandes e inmensos por el orgullo humano, por sus codicias y ambiciones, por el desprecio a quienes “no son de los nuestros, por la larga lista de cuestiones que hoy imperan en el mundo. Es necesario allanar valles y caminos dando oportunidades a los hermanos que sufren a causa del paro, enfermedades, exclusiones, olvidos y una larga lista de personas y situaciones de dolor y sufrimiento.
Caritas nos informa continuamente del sufrimiento y el dolor de muchas personas que viven cerca de nosotros, en nuestro barrio, en nuestro pueblo, en nuestra parroquia o grupo. Además de superar las necesidades materiales, ¿cómo puedo consolar, acompañar, echar una mano, transmitir esperanza desde mi familia, barrio, pueblo, etc?
Propón a tu grupo o comunidad parroquial, o a tu familia o grupo de amigos alguna acción significa (pensadla juntos), o bien para descubrir los egoísmos de nuestra sociedad, o bien para allanar las dificultades de personas y/o colectivos de tu barrio, pueblo…