El día 1 de Tishri del año 5778 del calendario hebreo coincide este año con el atardecer del miércoles 20 de septiembre de 2017. El calendario hebreo es solarlunar y el gregoriano es solar, por eso cada año las fechas varían respecto al calendario gregoriano.

Este día, 1 de Tishrei es Rosh Hashaná, "Cabeza del año", es el Año Nuevo del calendario hebreo.

A todos nuestros lectores, nuestros hermanos cristianos y primos musulmanes, les deseo un Shana Továh uMetuka, un "Año bueno y dulce"

Rosh HaShaná, ¿es un día festivo y alegre o un día solemne y serio?

Para entender el doble aspecto de Rosh HaShaná permítanme compartir con ustedes una pregunta que se le hizo al rab Obadiá Yosef z”l. Un Jazán (el oficiante o cantor de la Sinagoga) ¿debe recitar las oraciones de Rosh HaShaná con una melodía alegre o con un tono triste y solemne?
Por un lado, en Rosh haShana nos vestimos de fiesta, disfrutamos de comidas festivas, y durante la noche, después del Quiddush, brindamos y celebramos deseándonos unos a otros que el proximo año sea un año bueno y dulce. Rosh HaShaná es un Yom Tob: un día festivo y alegre.

Por el otro lado, Rosh HaShaná es el “día del juicio”, y de acuerdo a nuestros Sabios en esta día nuestro Creador evalúa si merecemos o no tener “un año más” de vida. En Rosh HaShaná pensamos en nuestra fragilidad y asumimos nuestra mortalidad. Nos damos cuenta que nuestra existencia es un delicado privilegio, un regalo de HaShem, que puede ser reclamado por Él en cualquier momento. Desde este punto de vista, Rosh HaShaná es un día MUY serio… el más serio del año, probablemente.

Ahora creo que podemos entender mejor la pregunta acerca de las melodías que se deben escuchar en Rosh HaShaná: ¿alegres o solemnes?. El Rab Obadiá Yosef respondió que las melodías de Rosh HaShaná deben ser alegres. Ya que aunque somos juzgados, también somos conscientes que nuestro Juez es también nuestro Padre. Y que como padre nos quiere. Y que todo lo que espera de nosotros es que reconozcamos nuestros errores y decidamos no repetirlos. Sabemos que cuando esto sucede, Él está dispuesto a perdonarnos y concedernos otra oportunidad. La celebración y el optimismo se fundamentan en que en realidad, ser perdonados por el Juez Supremos, está a nuestro alcance y depende de nosotros. Él nos está esperando.