Año del Señor 2017
19 de septiembre 

Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.                              

ABRIENDO EL CORAZÓN 

A Sión le quedan apenas unos días para pasar del Noviciado a Comunidad. Hasta ahora me fijaba en lo que estábamos preparando nosotras para que esté todo a punto para el viernes, pero este fin de semana he tenido la oportunidad de cruzarme con muchas monjas solemnes (las que ya viven en Comunidad), y verlas me ha impactado mucho.

Cada monja con la que nos cruzamos me sorprende con un gesto hacia ella, un gesto que habla de acogida, de espera:

Una pregunta dónde se va a duchar para que ese detalle no quede para el último momento; otra, al enterarse de que la tendrá de pinche en la cocina, ya le habla de deliciosos proyectos culinarios en conjunto; otra vaciaba un armario para hacerle hueco en su puesto de trabajo; otra le ha cedido su magdalena y se la ha dejado en su lugar de desayuno; la de la celda contigua a la suya ya le llama "vecina"; otras le explican las ventajas de la situación de su celda, los trucos más prácticos...

A mí todo esto me ha llevado a orar sobre la acogida. Acoger, hacer que la otra persona no se sienta extraña, que pueda ser ella misma, sentirse aceptada como es y sobre todo... ¡sentirse esperada! Y hay veces que incorporar una persona nueva puede costar, podemos sentir incluso que nos invade. Cuántos momentos de acogida tenemos cada día: esa conversación con un amigo a la que llega la persona inoportuna, tu alumno difícil, la llamada de ese "pesado", esa persona que acaba de llegar o ésa hacia la que te sale rechazo.

Para Jesús, nadie fue indiferente. Nadie estorbaba. Su gran corazón tenía y tiene cabida para todos los que quieran acercarse. Su corazón es bálsamo y descanso. Es un corazón que te permite ser quien eres, que te permite adentrarte y descansar en Él.

Hoy el reto del amor es que le pidas al Señor que te prepare el corazón para la acogida. Seguro que hoy se te presenta una situación en la que tengas que acoger a alguien. Haz que esa persona se sienta esperada por ti, se sienta querida como es. Te sorprenderá ver que, con tu gesto de acogida, abrirás tu corazón y se sentirá más segura en ti, pudiendo ser ella misma. Abre el corazón, acoge y descubre.

VIVE DE CRISTO

  
http://dominicaslerma.es/    

¡Feliz día!

©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)