Vaya desacierto el de este eslogan. La mente pensante quería ser original y claramente se aprovecha de una frase acuñada en el cristianismo desde sus orígenes: ganar el cielo, heredar la vida eterna, obtener la vida eterna.

La mente pensante en cuestión no cayó en que una frase parecida ya la dijeron un joven rico y un maestro de la Ley allá por los años 30 del S I, nos lo cuentan los evangelios:

“Cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?». Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre»” Mc 10,17-31

“Se acercó uno a Jesús y le preguntó: «Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?».  Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos». Él le preguntó: « ¿Cuáles?». Jesús le contestó: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo»” Mt 19,16-22 

“Uno de los jefes le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para heredar la vida eterna?» Ya sabes los mandamientos: No cometerás adulterio, No matarás, No robarás, No darás falso testimonio, Honra a tu padre y a tu madre»” Lc 18,18-23

“En esto se levantó un maestro de la ley y le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?».   Él le dijo: « ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?». Él respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza y con toda tu mente. Y a tu prójimo como a ti mismo». Él le dijo: «Has respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida»”Lc 10,25-28 

Para ganarse el cielo no hay que cambiar la caldera, evidentemente. La caldera hay que cambiarla para tener agua caliente y calefacción y para que no se te inunde la cocina si se pone a perder agua, como me ha pasado a mí alguna vez.

Jesús nos dice lo que hace falta para ganarse el Cielo: guardar, cumplir, vivir los mandamientos de la Ley de Dios. No dice nada de calderas, y menos mal porque si no todas las personas que vivieron antes de que se inventaran no habrían tenido la más mínima posibilidad de ganarse el cielo.

En fin, esta campaña publicitaria no me ha gustado pero me ha llevado a escanearme por dentro: ¿estoy yo haciendo lo que debo para heredar la vida eterna, para ganar el cielo?

¿Y tú? ¿Lo estás haciendo?