109 MISIONEROS CLARETIANOS MÁRTIRES
   El sábado 21 de octubre serán beatificados en la Basílica de la Sagrada familia de Barcelona, 109 Misioneros Claretianos Mártires. Fueron sacrificados en la persecución religiosa de 1937 al 39.
   Les dedicaremos unos cuantos blogs. No figuran todos los martirizados. De algunos de ellos, no se tienen detalles concretos de su martirio. Siempre era la misma rutina: Detenidos, muertos y el cadáver en el depósito municipal. Así hasta 88 Hermanos de Congregación.    CASTRO URDIALES-
    Dos casa tenían los Misioneros Claretianos en Cantabria: San Vicente de la Barquera y Castro Urdiales. Nueve Misioneros sellaron su fe en Jesucristo. Solo de tres se ha podido recoger la documentación correspondiente.
   Castro Urdiales era una ciudad modelo por su religiosidad. A su alrededor moraban mineros en varias poblaciones que al llegar la república en 1931 engrosaron las filas de de los partidos más radicales.
   Hasta el 18 de agosto de 1936, aunque conviviendo con 300 milicianos, pudieron los padres habitar el Colegio Barquín del Corazón de María. Ese día lo abandonaron obligados. Todo signo religioso fue destruido. Tres Misioneros se acogieron al Asilo del Sagrado Corazón, regentado por la Religiosas Siervas de Jesús: Joaquín Gelada, Isaac Carrascal y Hermano Félix Barrio. El P. Carrascal era su Capellán y no quiso abandonarlas. Educaban a más d e100 niñas de familias obreras. Los claretianos se instalaron en la casta que tenía el guardián y hortelano en la finca. Vivían su vida religiosa con toda regularidad. Todo normal hasta el 23 de septiembre. La visita de un jefe radical cambió la situación. No le gustaron las monjas con hábito y las frases sobre las niñas pintaban mal. Cerraron la Capilla. Desde entonces estuvo en la sala de labor y el culto se celebraba con la mayor reserva. Los padres, que recibían algunas visitas, cortaron casi todas, excepto cuando se trataba de enfermos graves.
   El 13 d3 octubre, se presentaron en el Asilo una muchedumbre de milicianos y milicianas armados. El P. Gelada sale a la puerta de su casita: