“Dios no está lejos, allí en lo alto, en los cielos. Dios ha puesto su tienda entre nosotros. Él camina a nuestro lado con toda la vulnerabilidad del ser humano, atravesando con nosotros el desierto de la vida. Este nuevo santuario no está hecho de materiales preciosos, sino de carne y de sangre, para permitir el encuentro, estar presente  a las personas, una presencia que se convertirá en relación, comunión de corazones, comunidad”

 Jean Vanier