El P. Faber dice que: «Si pudiéramos decir que la vida de Dios estriba más en un atributo que en otro, deberíamos decir que estriba en su alegría
 
Monseñor Cavagna en su libro Mensajes de alegría enseña que, el padre celestial envía a su Hijo a los hombres que habían perdido la alegría, a fin de que «por su medio el mundo se salve» y dé nuevamente con el sendero que conduce a la felicidad y a la verdadera alegría.
 
Muy reales y maravillosas son las palabras de San Bernardo enamorado de Cristo, al escribir:
«¿Qué buscas que no puedas encontrarlo en Cristo Jesús?
»¿Estás enfermo? Él es tu médico.
»¿Has errado el camino? Él es tu guía.
»¿Te ves atacado? Él es tu defensor.
»¿Tienes sed? Él es tu bebida.
 
»¿Tienes frío? Él es tu vestido.
»¿Estás triste? Él es tu alegría.
»¿Estás rodeado de tinieblas? Él es tu luz.
»¿Eres huérfano? Él es tu padre.
 
»Jesucristo es todo lo que podéis desear.
»Basta que le deseéis y le busquéis.
»Toda la dulzura de la tierra es la humanidad de Cristo.
»Toda la dulzura del cielo es el Espíritu de Cristo





Alimbau, J.M. (2017).  Palabras para la alegría. Madrid: Voz de Papel.