Se acercan las vacaciones estivales y con ellas disponemos de más tiempo de ocio... que, al menos en parte, podemos dedicar a leer buenos libros. Aparecen estos días listas y recomendaciones varias con propuestas de libros para leer este verano, entre ellas la que apareció en mi bandeja de entrada: una selección de la Librería Balmes que me llamó la atención.

En primer lugar porque me pareció realista (a veces uno encuentra en la lista de libros recomendados obras de calidad indiscutible pero que, por su tamaño y hondura no parecen las más apropiadas para el verano, que pide lecturas más ligeras) y en segundo lugar porque contempla tres apartados (adultos, juvenil e infantil), dando especial atención a los libros para nuestros hijos, cuyas vacaciones haríamos bien en trufar generosamente de buenas lecturas.

A vuelapluma, me permito sugerir tres libros de cada una de las selecciones; son libros que he leído (o lo ha hecho alguien muy cercano) y sobre los que me puedo mojar.

Empezando por los libros para adultos, ya escribí mis impresiones sobre El anarquista indómito, de José Luis Olaizola. Creo que es un libro que se lee de un tirón y que aporta una mirada diferente que complementa lo que ya sabíamos acerca de nuestra guerra civil. Es riguroso, muestra la barbarie que asoló nuestra patria (tras leerlo no se puede dudar de Paracuellos), pero al mismo tiempo nos enseña que en todo tiempo y lugar hay hombres buenos capaces de cambiar las cosas.

¿Qué se puede decir de Imperiofobia y la leyenda negra? Estamos ante uno de los libros del año, una obra erudita pero que se lee con interés, repleta de ejemplos, muchos desconcertantes, que analiza el fenómeno recurrente de la creación de “leyendas negras” para desacreditar a las potencias de turno y que se detiene con especial atención en el caso de la leyenda negra que cayó sobre España... y que la autora dinamita desde sus mismos fundamentos.

Lágrimas en el mar es el último libro de Ruta Sepetys (la autora de Entre tonos de grises, sobre la deportación de miles de lituanos a Siberia durante el estalinismo; si aún no lo han leído, háganlo cuanto antes). En esta ocasión se detiene en el naufragio del Wilhelm Gustloff, con más de 10.000 pasajeros que huían de la Segunda Guerra Mundial y que fue alcanzado por varios torpedos lanzados desde un submarino soviético. Confieso que aún no lo he leído, pero sí lo ha hecho mi esposa, pasó a una de mis hijas y ahora está en manos de otra de ellas... y les ha encantado.

Por último un descubrimiento que tampoco he leído: Historias sobrenaturales. Así es posible que les diga poco, pero su autor es Robert H. Benson, a quien debemos la espléndida El Amo del Mundo. Yo no sé ustedes, pero después de leer esa obra me interesa cualquier cosa que haya salido de la pluma de Benson.

 

 

Vayamos ahora a los libros juveniles.

El castillo encantado es una obra deliciosa, que valorarán tanto chicos como chicas. El libro empieza fuerte, con un planteamiento que capta la atención: unos chicos descubren un castillo y juegan a que es un lugar encantado; otra niña de su edad, sobrina del cuidador del castillo, les enseña una habitación misteriosa y el encantamiento se hace real: encuentran un anillo que hace invisible a quien lo lleva. A partir de aquí, las aventuras se suceden a ritmo vertiginoso.

El cazador de las llanuras, de Karl May, acaba de reeditarse. Viene precedido de una gran fama, pues Karl May ha sido uno de los autores de libros de aventuras de mayor éxito. Así que me lancé a su lectura y la verdad, no he quedado defraudado. El libro está muy buen escrito y su estructura engancha. Aventuras con indios, vaqueros, bisontes, osos, la construcción del ferrocarril...  y un protagonista que no solo es cristiano, sino que actúa de acuerdo a sus creencias y así lo argumenta. Ideal para chicos a partir de 13/14 años.

Sobre Firmado Carlota también escribí en su día. Una chica investiga qué le ocurrió a una misteriosa antepasada suya en tiempos de la Revolución Francesa, lo que da pie para conocer lo que supuso la Constitución civil del clero y la persecución que se desató sobre los curas no juramentados. Gustará a chicas de la misma edad que a los chicos que disfruten del libro de Karl May.

 

 

Vamos ahora con los más pequeños. El bandido Saltodemata es un éxito seguro. Su fuerte es su sentido del humor. Los niños reirán y disfrutarán con cada página, fijando así en su recuerdo esa asociación entre lectura y gozo que tanto bien les hará después.

El cerdito es una delicia de libro ilustrado en el que seguimos las aventuras de un cerdito que se fuga de su granja. Mis hijas más pequeñas se lo saben de memoria, pero aún así me piden cada cierto tiempo que se lo vuelva a leer. Creo que es el mejor indicador de su calidad.

Y para acabar quiero señalar Más allá del viento del Norte, de George MacDonald. Aún no he tenido tiempo de leerlo, pero MacDonald son palabras mayores. Chesterton, Tolkien y Lewis lo consideraban como un maestro e inspirador. ¿Se puede pedir algo más? Si han leído la serie de La princesa y los trasgos y La princesa y Curdie sabrán lo bueno que es.