Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.                              
    
CUMPLEAÑOS DOMINICANO 

El sábado fue uno de esos días especiales en el calendario de la Orden. No sólo por ser la fiesta de san Juan (que también), pero es que, el 24 de junio... ¡es el cumpleaños de Santo Domingo, nuestro Fundador! 

Uno de los pilares que nos dejó Nuestro Padre fue el estudio. Así que el sábado me animé a estudiar un poco... ¡de botánica! Lo de estudiar Teología me gusta, pero admito que la huerta no es la pasión de mi vida. Y, ya que hemos recogido nuestro primer tomate, me pareció un regalo muy dominicano para nuestro Padre el interesarme por las plantas. Sin embargo, ¡el regalo me lo hizo él a mí! 

Al parecer, hay muy pocas plantas que se puedan comer: generalmente, sus componentes no pueden ser digeridos por nuestro estómago. En el origen de la agricultura, se fueron seleccionando las plantas comestibles buscando que diesen más fruto, potenciando las que eran más sabrosas... 

¿El resultado? Tenemos plantas muy agradables al paladar... ¡y muy débiles en la huerta! No hay quien mate las malas hierbas, ¡pero las lechugas se mueren por menos de nada! 

Sin embargo, ¡ahí descubrí al Señor! Porque, ¿no ha hecho Él igual que las plantas? 

Cristo, siendo tan grande, tan magnífico... se ha abajado hasta el punto de hacerse Eucaristía. Se ha entregado a nuestras manos, ¡Él, que es el Poderoso, el Altísimo! Y todo por amor, para estar más cerca de ti que tú mismo. Se ha hecho débil, ¡para que podamos comerle! 

Hoy el reto del amor es guardar silencio ante un comentario. En una conversación es fácil saltar queriendo tener la razón... pero, ¿callar por amor? ¡No es sencillo! Hay quien dice que el que ama es débil; sin embargo, recuerda: sólo las plantas débiles sirven de alimento, sólo ellas dan vida. Nútrete del Agua Viva de Jesucristo, ¡y hoy deja que los de tu alrededor se alimenten de tu amor! ¡Feliz día! 

VIVE DE CRISTO

  
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¡Feliz día!

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