No se vive sin la fe.
La fe es el conocimiento del significado de la vida humana.
La fe es la fuerza de la vida.
Si el hombre vive es porque cree en algo.
-Leon Tolstoi-
 
En un país comunista, en una clase, la maestra iba a explicar la evolución a niños de 1011 años. Entonces le preguntó a un niño: 
─Raúl, ¿ves ese árbol allí fuera?
─Sí, lo veo
─¿Ves el césped?
─Sí
─Mira hacia arriba y dime si puedes ver el cielo
─Sí, veo el cielo
─¿Ves a Dios?
─No
─Claro, no podemos ver a Dios porque no está ahí. Él no existe y por eso no lo vemos.                                 
 
Un alumno que ya le había discutido a la profesora en otras ocasiones, pide permiso para hacerle unas preguntas a su compañero. La maestra, contrariada, aceptó y el niño preguntó:
 
─Raúl, ¿ves la mesa de la maestra?
─Claro que sí. Ahí está.
─¿Ves a la profesora detrás de la mesa?
─Sí, la veo
─¿Le ves su cerebro?
─No
─Claro, no puedes verlo. Según lo que nos enseñó hoy: ¡ella no tiene cerebro!
 
«Sólo creo lo que veo» es una clara contradicción. Quién afirma eso, cree que no existe lo que no ve. Pero el que no exista lo que no vemos, su no existencia, no la ve. Por lo mismo está creyendo algo sin ver. 
Hoy estamos cayendo en una contradicción terrorífica: en nombre de la tolerancia, se elimina la misma tolerancia. Por ejemplo, cuando se dice que en virtud de la tolerancia a los no creyentes se debe eliminar la cruz de todos los sitios públicos, se está cayendo en la intolerancia de no respetar la fe de algunos  e imponer la no fe de los demás.
Lo diré con palabras de Benedicto XVI: «A nadie se le obliga a ser cristiano. Pero nadie debe ser obligado a vivir la ‘nueva religión’ como la única determinante y obligatoria para toda la humanidad».
 
A nadie se le puede obligar a tener fe, pero, por la misma razón, a nadie se puede imponer la no fe. El «sólo creo lo que veo» es la dictadura irracional de los intolerantes. 
En serio, de verdad, no hay nada más razonable y tolerante que la fe verdadera; esa que me lleva a creer en un Dios al que no veo, pero que puedo sentirlo y amarlo.