La obra tuvo un patrono singular, que fue el encargado de concebir el modelo, escoger materiales y definir el espacio sagrado: el padre jesuita Luis Gil-Varón. El proyecto arquitectónico corrió a cargo de los técnicos Ricardo Abaurre y Luis Díaz del Río, quienes firmaron la planimetría en noviembre de 1964. Los trabajos se llevaron a cabo con celeridad y al cabo de un año pudo inaugurarse el nuevo templo, el día 9 de junio de 1966, en una ceremonia de bendición de la capilla que presidió el obispo de Huelva, Garcia Lahiguera.
 
Desde finales de la década de los cincuenta el padre Gil-Varón anhelaba la construcción del templo que cerraría las obras del Centro de Formación Profesional de la Sagrada Familia. Entre la documentación que ha quedado en relación con el proyecto la referencia más antigua es del verano de 1959.
............Si se echa una ojeada a las construcciones religiosas de la España del momento se aprecia el predominio de tesis francamente conservadoras, de cualquier forma, lo verdaderamente importante en el caso que nos ocupa es la elección que hace Gil-Varón no sólo de modernidad, sino del modelo mas avanzado en los plan­teamientos litúrgicos.
............ A comienzos de los sesenta hace acopio de numerosa bibliografía sobre iglesias fran­cesas, italianas y alemanas, consiguiendo con ello un in­creíble repertorio de formas posibles. Al final de este ejercicio proyectivo serán los modelos alemanes los que acaben triunfando.

Ello no es casualidad: como jesuita conectado con las corrientes más inquietas dentro de la Iglesia Católica, Gil-Varón percibe la idea del ecumenismo, de diálogo y en­tendimiento entre las confesiones cristianas, que ha de sub-yacer años más tarde en las constituciones del Vaticano II.

El padre Gil-Varon falleció en Córdoba, donde ejercía sus funciones sacerdotales.

Fuente:

http://alongarvi.blogspot.com.es/2010/02/el-conjunto-de-la-sagrada-familia-de.html