Hola, buenos días, hoy Verónica, Joane, Israel y Sión nos llevan al Señor. Que pases un feliz día. 

GRACIAS POR LLEVARNOS SIEMPRE A ÉL. 

"Esto sólo se cura con horas de Sagrario", "Primero ve con Él y luego hablamos", "Sólo Él te da la fuerza", "Él, Él... sólo Él". 

Éstas son las frases que seguramente más escuchamos de Lety. Quizás no nos está enseñando a coger un libro de manera perfecta, o a sentarnos con la espalda recta, o a no mancharnos el hábito nunca... pero nos está enseñando dónde coger la fuerza para amar: de Cristo. Ella es nuestra Madre Maestra y hoy es su cumpleaños.

Nosotras vemos cómo el Señor le ha ido regalando cada año un corazón cada vez más y más sencillo. Un corazón con una capacidad enorme para amar, para perdonar, para entregarse... y ya van cuarenta. 

Podríamos poner 40 cosas... bueno, ¡muchas más!, por las que darle las gracias, pero todas se resumen en una: Gracias por llevarnos siempre a Él. 

Gracias por estos años de entrega, de amor y, sobre todo, de no quedarte con nada para ti, de enseñarnos a amar a los demás. Gracias por enseñarnos que Él es nuestra referencia, de donde cogemos las fuerzas, que es Alguien por el que merece la pena entregar la vida entera. 

Las demás hermanas ya empiezan a decir que está mayor ("¡Ay, con 18 añitos que entraste!"), pero ella siempre dice que ahora es la persona más feliz del mundo y que no se cambiaría por nadie, porque, cada año que pasa, es un año menos que queda para ver a Cristo cara a cara. 

Puede que tú también tengas a alguien cercano que en algún momento te ha llevado a Cristo, te ha dado una palabra de esperanza, te ha abrazado en un momento de debilidad, o se ha reído contigo en los momentos más divertidos de tu vida. 

Hoy el reto es dar gracias a aquellas personas que te han acercado a Él. Bueno, eso, y que en un ratito ores por Lety, por los proyectos de su corazón, para que Cristo tenga siempre enamorado su corazón. Y pídele al Señor que la tengamos entre nosotros muuuuuuuchos años más, para que nos siga enseñando a amar y a lanzarnos a los retos que el Señor nos regala cada día. ¡Te queremos, Lety! 

VIVE DE CRISTO