¿Cómo alcanzar la santidad?
Es la pregunta que innumerables cristianos se han hecho. También John Henry Newman.
El beato Newman era un reconocido teólogo, especialista en Patrística, reconocido literato y erudito académico. Pero su camino a la santidad, incomprensible sin todos estos rasgos, es algo a la vez mucho más sencillo y mucho más profundo. Cuando la Iglesia nos lo ofrece como modelo, no lo reconoce solo como modelo para teólogos, que también, sino como modelo para todos los cristianos.
En su libro Meditaciones y Devociones ofrece un camino sencillo a la santidad. Tras señalar que no hay camino corto pero sí camino seguro e insistir en la importancia d ela vida ordinaria, Newman sintetiza el plan de vida que propone a todo cristiano que quiera ser santo:
"Si me preguntas qué tienes que hacer para ser perfecto, te respondo:
No te quedes en la cama más tiempo del debido al despertarte;
que tus primeros pensamientos sean para Dios;
haz una buena visita al Santísimo Sacramento;
reza el Ángelus con devoción;
come y bebe a la gloria de Dios;
reza bien el Rosario;
recógete;
no permitas malos pensamientos;
haz bien tu meditación de la tarde; examíonate diariamente;
acuéstate a una hora adecuada y serás perfecto".
Sencillo pero clarísimo y lleno de sentido común. Quizás añadiendo, me imagino que se sobreentiende, la comunión frecuente y la confesión.
Y nótese también la insistencia en que las cosas se hagan bien, no de modo rutinario o superficial.