La Iglesia celebró ayer la fiesta de San Francisco de Sales, patrono de los comunicadores.
Es por ello que cada 24 de enero el Papa publica un mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebra en mayo. El texto publicado ayer martes por el Papa Francisco tiene como título “Comunicar esperanza y confianza en nuestros tiempos”.
La comunicación avanza cada vez más rápido. Hoy no importa la distancia física del lugar de los hechos. Podemos estar conectados permanentemente en tiempo real sin importar dónde estemos. También hoy es muy fácil centrarnos en las noticias que generan en nosotros ese sentimiento de “disgusto” y “resignación” y que nos pueden llevar a la apatía y a la desesperanza.
Pero ¿cuál es la solución para que no nos dejemos llevar por el desasosiego ante las guerras, el terrorismo, los escándalos y cualquier tipo de noticia que refleja el poder destructor del mal? ¿Apagar la radio? ¿cerrar los periódicos? ¿poner nuestros dispositivos en “modo avión” para dejar de recibir información?
El Papa Francisco recuerda en su mensaje cómo los padres de la fe hablan de la “mente humana como una piedra de molino que, movida por el agua no se puede detener”.  Una manera muy gráfica, y hoy también muy actual, de describir las ideas que se entretejen en nuestra mente. Pero el Papa, citando a Casiano, clarifica que lo que está en nosotros es decidir “qué material ofrecemos” Si trigo o cizaña.
Por ello depende mucho el lente con el que leamos las noticias.
Pensemos en el momento de la crucifixión. Una tremenda injusticia está ocurriendo. Pensemos en los discípulos de Emaús que se dejaron nublar por la desesperanza hasta el punto de no reconocer al mismo Cristo resucitado. Les faltó en un momento, leer este acontecimiento con el lente de la esperanza en las promesas que Jesús mismo les había hecho.
El Papa nos invita a leer la realidad con el lente de la buena noticia. Y es buena, no porque “esté exenta de sufrimiento sino porque contempla el sufrimiento en una perspectiva más amplia, como parte integrante de su amor por el Padre y por la humanidad”.  
¡Cuántas noticias buenas surgen en lo escondido en medio del dolor! Acciones solidarias, personas que dan la vida, fundaciones que nacen para tender la mano, colectas, mentes y corazones que se atreven a cambiar tras haber sido testigos o de vivir en carne propia injusticias tremendas, almas que están dispuestas a dar y recibir perdón. Muchas veces estas acciones no son noticia, pero en medio de las grandes catástrofes también hay grandes héroes que van tejiendo silenciosamente motivos para mantener la esperanza. Una esperanza que viene de Cristo, quien venció la muerte. Ese es el lente con el que el Papa nos invita a mirar la realidad para no caer en el desasosiego para no pensar que ya todo está perdido. Felizmente este portal destaca muchas de ellas. Historias de conversión asombrosas, de personas que se encontraron con el amor de Dios y fueron capaces de dar un cambio radical en sus vidas. 
En el día que la Iglesia celebra al patrono de los comunicadores (un gran santo que, por cierto, nunca perdió la esperanza ante las dificultades que tuvo que enfrentar) el Papa nos invita a encontrar en los acontecimientos actuales un espacio para la buena noticia y recordar que “la debilidad es más fuerte que toda potencia humana” y también que “el fracaso puede ser el preludio del cumplimiento más grande de todas las cosas en el amor”.