Tras la muerte del papa Juan Pablo II, su sucesor, Benedicto XVI, decidió que las beatificaciones serían presididas por el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
 
Así pues el 29 de octubre de 2005 ocho mártires fueron beatificados en Roma: una religiosa Celadora del Culto Eucarístico y siete sacerdotes diocesanos de Urgel (Lérida). La ceremonia fue presidida por el Prefecto, cardenal José Saraiva Martins.

La número 76 de las religiosas beatificadas desde 1987 es pues la beata María de los Ángeles Ginard Martí (18941936).
 


Al estallar la Guerra Civil se hizo muy peligrosa la situación de sacerdotes y religiosos y de seglares católicos destacados en la zona republicana, de modo que el 20 de julio de 1936 las Hermanas Celadoras del Culto Eucarístico se vieron obligadas a abandonar su convento de Madrid y a dispersarse en busca de refugio.

Sor María de los Ángeles fue localizada en la casa donde se ocultaba, posiblemente por denuncia del portero de la finca. El 25 de agosto unos milicianos de la FAI irrumpieron en la vivienda en busca de las religiosas que supuestamente allí se ocultaban. En el momento de la detención apresaron a doña Amparo, hermana de la dueña de la casa que la acogía, y sor María de los Ángeles dijo a los milicianos: “esta señora no es monja, dejadla, la única monja soy yo”. Con estas palabras confesó su condición de religiosa y salvó la vida a la otra mujer.

Fue trasladada a la checa de Bellas Artes y al día siguiente fue asesinada en la Dehesa de la Villa de un disparo en la cabeza. Sus restos mortales se identificaron en 1941, y ahora descansan en el convento de Madrid.

Ya publicamos este artículo:
http://www.religionenlibertad.com/noche-del-26-de-agosto-en-la-dehesa-de-la-villa17333.htm