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8 noviembre 2016
El obispo Vincomalos vivió hasta los 85 años, algo meritorio en un siglo de bárbaros como fue el s.V

Hasta hace un par de décadas, el obispo más antiguo que se conocía de la región de Huelva, y más en concreto del obispado de Ilipla (Niebla) era Basilio, de finales del siglo VI, porque figuraba en la lista de firmantes del III Concilio de Toledo y del Sínodo de la Bética del año 590. Pero hace 25 años se descubrió una lápida conservada en el Museo Provincial de Huelva con esta inscripción:
VVINCOMALOS EP[piscopu]S CHR[ist]I SERVVS VIXIT ANNOS LXXXV EX QVIB[us] IN SACERDOTIO VIXIT AN[nos] XLIII RECESSIT IN PACE D[ie] IIII NONAS FEBRVARIAS ERA DXLVII
Que significa: Vincomalos, obispo, siervo de Cristo, vivió 85 años, de los que vivió en el sacerdocio 43. Descansó en paz el día 4 de las nonas de febrero del año 547 de la Era.
 
El obispo Vincomalos vivió hasta los 85 años, algo meritorio en un siglo de bárbaros como fue el s.V

Hasta hace un par de décadas, el obispo más antiguo que se conocía de la región de Huelva, y más en concreto del obispado de Ilipla (Niebla) era Basilio, de finales del siglo VI, porque figuraba en la lista de firmantes del III Concilio de Toledo y del Sínodo de la Bética del año 590. Pero hace 25 años se descubrió una lápida conservada en el Museo Provincial de Huelva con esta inscripción:
VVINCOMALOS EP[piscopu]S CHR[ist]I SERVVS VIXIT ANNOS LXXXV EX QVIB[us] IN SACERDOTIO VIXIT AN[nos] XLIII RECESSIT IN PACE D[ie] IIII NONAS FEBRVARIAS ERA DXLVII
Que significa: Vincomalos, obispo, siervo de Cristo, vivió 85 años, de los que vivió en el sacerdocio 43. Descansó en paz el día 4 de las nonas de febrero del año 547 de la Era.
Es decir, que un hombre llamado Vincomalos ("venzo a los malos"), que murió el 2 de febrero de 509, fue obispo de Ilipla (Niebla) desde el 466. No se sabe nada más de este hombre, aunque sirve para confirmar que a mediados del siglo V Huelva era una región muy cristianizada y rica, hasta el punto de contar ya con un obispo.
Además, es el nombre cristiano más antiguo que conocemos de la región. Otras lápidas de la época son posteriores: una de Domigratia, una niña que murió en Almonte en el 495, y otra de Basilia, enterrada en Hinojales hacia el 510.
El último obispo de Niebla que conocemos por su nombre es Pápulo, que firmó en el año 693 el Concilio XVI de Toledo. Después llegó la invasión musulmana. Niebla continuó teniendo obispos, aunque la historia bajo dominio islámico no ha podido conservar sus nombres. En 1154 el último obispo de Niebla, cuyo nombre desconocemos, huyó a Toledo, escapando del fanatismo destructor de los almohades, y así desapareció ese obispado. 
Vincomalos: con algo de imaginación...
Así, del obispo Vincomalos apenas sabemos nada y aún podemos estar agradecidos de saber tanto: su existencia, su nombre, su cargo, las fechas de su vida y episcopado... Pero con eso ya basta para despertar la imaginación.
Ahora, el onubense Ángel Becerra, profesor y licenciado en Humanidades, se atreve a exprimir la lápida, la historia y la imaginación para escribir un relato sobre él en su libro de narrativa "Nueve más cero" (Ed. Manuscrito)
"De este hombre no había rastro de su existencia en ningún documento, aunque de los obispos posteriores sí la hay", señala el autor, que pone sobre la mesa que "podría haber asistido al segundo concilio de Toledo (año 527), pero no hay actas que recojan los obispos que asistieron a ese concilio, aunque, misteriosamente, a ese tendría que haber acudido Vincomalos, pero sí las hay de todos los posteriores".
Ángel Becerra cree que el nombre del obispo puede definir ese misterio "porque Vincomalos significa 'vencedor de los pecadores' por lo que cabría preguntarse de qué forma venció a los pecadores para que llegaran a enterrarlo con ese nombre, o si le pusieron ese nombre porque los venció sanguinariamente y de forma radical".
Sin embargo, en su lápida se encuentra la inscripción 'Servus Christi', la más antigua inscripción de esa frase que se conserva en Huelva, "por lo que nos preguntamos si tanto hizo por la fe cristiana y de qué forma lo hizo".
Además Ángel Becerra ha investigado en un dato que entiende que es concluyente, "ya que el lugar de su enterramiento está completamente destruido, y allí existió una basílica, una villa, casas, cementerio, etcétera, y la duda es si fue destruida por sus enemigos, arrasada salvajemente por aquellos a los que él antes había perseguido".