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11 MITO. El aborto es una buena medida de control natal, ¿para qué traer más gente al mundo?

REALIDAD. La superpoblación no es un problema en México, en cambio sí lo es el nacimiento de niños que nacen fuera de matrimonio (alrededor del 50%) sin formar una familia, como nos lo han indicado los censos.

Para asegurar el recambio generacional en el mundo se necesitan 2.1 nacimientos por pareja. Actualmente existen países en los que su índice de crecimiento es menor, por lo cual empieza a desaparecer su población después de años de estar controlando la natalidad. Es que, como dice la máxima: Dios perdona siempre, los hombres algunas veces, pero la naturaleza, nunca.

Algo indicará que en Europa y en Canadá se estén apoyando económicamente a las familias numerosas.



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12 MITO. El aborto debe ser una opción cuando se carece de capacidad para la manutención económica del no nacido.

REALIDAD. Si se autoriza legalmente atentar contra la vida del más indefenso e inocente de los individuos, ¿cuál es, entonces, el sentido de la ley? De ninguna manera puede ser una solución aceptable acabar con seres humanos. Como tampoco puede considerarse un delito ser pobre. Existen algunos que desean aplicar con la población aquél dicho de: "muerto el perro, acabada la rabia".

En un claro reconocimiento al valor de la vida desde la concepción, la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires decidió entregar un subsidio a un bebé por nacer luego de comprobar que la madre, a pesar de querer criar a su hijo no contaba con los medios económicos para mantenerlo. Técnicamente, es el niño por nacer el que recibirá un subsidio de 350 dólares en la persona de la madre durante un año a partir del período del embarazo. La decisión de destinar esta ayuda se realizó luego de conocer la situación de la madre y así evitar que entregue a su hijo en adopción, una posibilidad que se había contemplado a pesar de querer criar al bebé. El caso llegó a la Corte y tuvo un trámite sumarísimo. Es la primera vez que, de esta manera, se reconoce el valor de la vida antes del nacimiento. En la resolución firmada por el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, el juez explicó que con esta medida se reconoce el derecho a la protección de la vida "desde la concepción hasta la muerte natural", como dice la Constitución provincial promulgada en 1994 [34].

En México una solución semejante se podría fundamentar en la aplicación del último párrafo del artículo 4º de la Constitución Federal que señala: "la ley determinará los apoyos a la protección de los menores, a cargo de las Instituciones Públicas".

La administración municipal de la ciudad de Niscemi (Italia), gran centro agrícola de Sicilia, ha decidido ofrecer ayudas especiales a las mujeres que esperan un hijo y se encuentran en situación de dificultad económica. El presupuesto municipal prevé una ayuda económica de hasta 6,000 dólares para las mujeres que renuncian al aborto y deciden llevar hasta el final su embarazo. La iniciativa forma parte de un proyecto más amplio denominado "Ventanilla Infancia". El programa ha sido dotado económicamente con 115,000 dólares. El concejal confiesa que la idea le vino tras una conversación con una enfermera profesional del hospital local que le reveló que la mayoría de las mujeres que se dirigían a la sanidad pública para abortar lo hacían empujadas por su difícil situación socioeconómica. Este programa, que se ha podido poner en marcha desviando fondos del gabinete del alcalde, prevé también la creación de obras caritativas dirigidas por entidades religiosas y asociaciones sin ánimo de lucro para la asistencia a niños necesitados; el refuerzo de las estructuras de servicio a la infancia, como las guarderías; la activación de centros de reunión para niños y adolescentes; y la institución de servicios de apoyo a las actividades escolares y extraescolares [35].

También en la ciudad de Milán (Italia), la alcaldía otorga una ayuda de un millón de liras al mes (500 dólares) a las mujeres embarazadas que, encontrándose en dificultades económicas, deseen tener su hijo en vez de abortar, casadas o solteras, italianas o extranjeras. El objetivo es proteger la maternidad de las personas poco con pocos recursos y evitar el aborto por motivos económicos [36].

Esas pobres mujeres lo que necesitan es apoyo, pero esa ayuda no debe consistir en matar a los hijos. Permitir el aborto por razones económicas, no significa ningún progreso o adelanto social, sino todo lo contrario: la civilización que promueve el aborto por razones económicas es totalmente antisolidaria y descubre una gran pobreza y miseria humanas.

Así lo demostró la legislación en Yucatán, en donde está considerado legal el aborto por la situación económica de los padres. Cuando es claro, para cualquier mexicano auténtico, que la solución debería ir en sentido contrario, pues la cultura de este país tradicionalmente ha sabido dar acogida al más necesitado, por ello la legislación debería prever un sistema más acorde con nuestras costumbres, en la que el cuerpo social sea valorado a cada nivel, y al mismo tiempo se mantengan vivas las ricas y múltiples relaciones humanas que garantizan la existencia de una red capaz de sostener los miembros más débiles.

¿Por qué algunos se plantean que para ayudar haya que abortar? Simplemente porque no son personas aptas para gobernar.



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13 MITO. En los países más desarrollados se practica el aborto a petición. Prohibir, sólo sirve para condenar a las mujeres sin recursos a un grave riesgo para sus vidas ¿a quién sirve que los abortos sean considerados delito?

REALIDAD. Con esta última pregunta resulta evidente que no se está tomando en cuenta a quien se elimina. Es verdad que en la actualidad son muchos países los que han autorizado la práctica del aborto a petición, pero también lo es que esos cambios legislativos constituyen un retroceso al permitir la supresión de vidas inocentes.

En esos lugares en donde el aborto a petición es un "derecho" de los ciudadanos, también suceden casos como los siguientes. Dos mujeres que estaban en circunstancias similares. Ambas tenían tres hijos cuando se encontraron con un embarazo inesperado. Las dos se daban cuenta de que un hijo más supondría incomodidades y problemas, y les obligaría a renunciar a los planes que se habían hecho respecto de su trabajo y su vida familiar. Una, quiso tener el niño; la otra, abortó. Los relatos son los siguientes: la escritora Elizabeth Klein esperaba el cuarto hijo en torno a su cuarenta cumpleaños. Sus amigos le preguntaban ¿y tu libro? Tienes tres hijos. Tú ya has cumplido. Hasta que vio por la pantalla del scanner la cabeza perfectamente formada del niño que llevaba dentro, deseó tener el bebé. Después escribe: desde que nació nuestra hija pequeña ya no podemos imaginarnos la vida sin ella. El otro relato es el siguiente: cuando Elinor Nelson supo que estaba embarazada, se llevó una fuerte impresión. En su caso, quedar embarazada por los medios naturales era extraordinario, pero mediante la fecundación in vitro había tenido trillizos. Después de todo, era la más normal de las experiencias reproductivas que había tenido, sin embargo al ver el desorden que sus hijos de dos años hacían, decidió abortar. Klein escribe: nos resulta especialmente grato tener nuestra hija de propina ahora que sus hermanos se han ido de casa. Ahora tenemos con ella esas conversaciones íntimas de sobremesa que rara vez eran posibles cuando nuestro ruidoso trío se sentaba a comer (¿cómo se sentiría Elinor Nelson si leyera esto?) [37].

También se conoce el testimonio edificante de madres que, en países del llamado primer mundo, han preferido tener a su bebé con riesgo de morir, a optar por un aborto, como por ejemplo la Venerable Gianna Beretta Molla, y más recientemente Carla Pomella, que dio a luz el 22 de abril de 1995, falleciendo ella en junio de ese mismo año.

Suponer que las mujeres por sí mismas tengan derecho a decidir si continúan embarazadas o no, daría pie a entender que la procreación está sujeta a su voluntad, y por lo tanto, toda la responsabilidad de la crianza y educación. Porque los derechos siempre van vinculados a responsabilidades

Y así lo ha determinado la legislación en países en los que el aborto es libre. Se está utilizando como excusa para los hombres que eluden su responsabilidad, alegando que el niño que ellos han contribuido a engendrar, debía haber sido abortado, y que la mujer que no quiso abortar no puede imponerles ninguna responsabilidad por el "estilo de vida que ha elegido". Sin embargo, todos están siendo perjudicados, pues algunos se enteran demasiado tarde, y con dolor, de que el niño que ellos habrían acogido ha muerto [38].

Además, en E.U.A. también existen reacciones favorables a la vida. Prueba de ello son las llamadas operaciones rescate que dificultan, pacíficamente, la entrada a las clínicas abortistas, con el objeto de rescatar de una muerte segura al menos a algunos no nacidos. Esto se ha llevado a cabo, a pesar de que el Congreso norteamericano aprobó una ley que establece penas para los responsables de manifestaciones delante de clínicas abortistas. Los castigos pueden llegar hasta un año de prisión y 100,000 dólares de multa la primera vez, o hasta tres años y 250,000 dólares para los reincidentes, si concurre violencia.

Despenalizar no convertiría lo que era un delito en un derecho, pero la realidad demuestra que así acaba ocurriendo, debido a la función promotora de las normas jurídicas. Aunque sólo se buscara aplicarlo para los casos de excepción, se acabaría convirtiendo tal conducta en "normal" y exenta de reproche social, lo que facilitaría su multiplicación.

Resulta poco razonable suponer que porque los países del primer mundo lo realizan debe ser imitada esa conducta; es como decir que si en Estados Unidos el SIDA ocupa una de las principales causas de muerte entre personas de 24 a 44 años, también debe ser así en México, y otro tanto en lo que respecta a drogadictos, homicios en escuelas [39].



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14 MITO. El aborto es un problema de salud pública.

RESPUESTA Sin duda que quienes así lo sostienen tendrán sus razones, pero es necesario hacer notar, que, antes de ser una cuestión de salud pública, es, ante todo, un asunto de justicia, y, por tanto, de Derecho, que busca conducirse con la máxima justicia.

Es evidente que no puede conciliarse una idea de Derecho justo, donde no se reconozca personalidad a todos los seres humanos por igual, en cualquier estadio de su evolución biológica [40].

Enmarcar el aborto prioritariamente como un problema de salud pública es tan ingenuo como afirmar que el asalto a un banco es un asunto fiscal (no parece factible que esa opinión sea compartida por quien fue amagado), o que la violencia del narcotráfico, debe ser valorado por Ecología (por el plomo en los pulmones, el ruido de las ráfagas, y la contaminación de pólvora).





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Notas

[34] Cfr. "Justicia argentina otorga subsidio a bebé por nacer", en ACI Digital, http://www.aciprensa.com, 8-V-99

[35] Cfr. "Italia: Un Ayuntamiento ayuda a las mujeres que no abortan", en ZENIT, http://www.zenit.org, 5-VI-00

[36] Cfr. "Milán: ayudas para evitar el aborto por motivos económicos" en ACEPRENSA, 185/99, Madrid, España, 29-XII-99

[37] Cfr. "Cuando llega un hijo inesperado, en ACEPRENSA, 99/93, Madrid, España, 1-VII-93

[38] Cfr. "Por una sociedad más acogedora", en ACEPRENSA, 102/96, Madrid, España, 17-VII-96

[39] PARTIDA, Daniel, Directamente al autor, Hermosillo, México,, 13-VI-00

[40] Cfr. BARRA, Rodolfo Carlos, Estatuto jurídico del embrión humano, en III Encuentro de Políticos y Legisladores de América, Buenos Aires, Argentina, 3-5 de agosto de 1999, p. 3