Venía a ser un tugurio oscuro y rancio, como de cuadro de Ramón Casas o de Toulouse-Lautrec, aunque sin putas, que no sé si nos precederán en el Reino de los Cielos, pero ahora nos llevan la delantera en esclavitud por culpa de las mafias: la albanesa, la rusa, la china, la mara y la madre que las parió.
 
-De eso va la cosa, joven, de parir. Antes las putas parían y ahora las drogan y matan a los hijos de las putas, que no son los mismos que los hijos de puta que las hacen abortar, usted ya me entiende, joven, y si no me entiende, pregunte a un ilustrado liberal, que es para lo único que sirven los ilustrados liberales: para responder con evasivas y circunloquios a toda pregunta de verdad. Entre el ser y el tener, los liberales se quedan con el tener y lo endiosan y así no tienen lo que hay que tener cuando van mal dadas. Me refiero a caballeros como Pérez Reverte, que igual se ha inventado un personaje y va de liberal ilustrado para hacerse perdonar por la casta el casticismo y los tacos y las bravatas, que las salidas de tono no venden libros a menos que se las dulcifique con liberalismo ilustrado y admiración por Lorca y Rousseau.
 
-Ya.
 
-Ni ya ni mierdas. Beba algo, hombre de Dios. Un coñac, que es cosa de hombres como decía la publicidad de cuando yo era más gilipolllas. Sabe, yo me creí el catolicismo y los valores de la Cruzada del 36, porque eran los de mi tierra, ¿sabe? No, no sabe. Beba su coñac, gachupín y escuche. En mi tierra nos levantamos cuatro veces contra el infierno liberal de Madrid. Esos demonios masónicos que desataron la Revolución Francesa, bellacos que se creen que inventaron ellos la cultura y arrinconaron a Tomás de Aquino y a San Agustín, y a Lope y a Calderón. Y surgieron esos Voltaires y Hugos, el hijo del hijo de puta que nos invadió, y que no puede contradecirse más en "Los miserables": tiene que matar a Jean Valjean y cantar las glorias del corso hitleriano, el Bonaparte. ¡Nah! Aquí nos impusieron la ilustración a sangre y fuego, porque los ilustrados liberales se creen que son la salvación del pueblo, siempre idiota y siempre carente de cultura. La culpa, de los curas, claro, que inventaron el monacato -lo del budismo es posterior-, la universidad y los hospitales. ¡Malditos sean los liberales! No lo digo yo, que lo dijeron Pio IX y San Pio X: el modernismo es la peor herejía de la historia. O sea, una peste para cualquier católico. Y hoy...
 
-¿Hoy?
 
-Hoy es terrible. ¡Beba, truenos! Es usted un petimetre. Yo anduve pegando tiros por los campos y las sierras del Maestrazgo y terminé mi aventura en el Ebro, en el 38. Había comenzado en 1836, con Cabrera, que no entró en Madrid por culpa de algún diablo inglés -me temo- y dijo aquello de: "Amb este bisbe -el rey legítimo- no arribarem a cap puesto", con acento tortosino, por supuesto, y el mostacho encendido.
 
-¿Usted?
 
-Yo, ¿qué le pasa, lechuguino? ¿Por qué me mira así? ¿No sabe que "algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto venir al Hijo del Hombre en su Gloria"?
 
-Yo...
 
-Usted, joven, cree que tiene fe y no la tiene. El mundo que no ven es el que manda sobre el que pueden ver. Y el que pueden ver es un escaso diez por ciento del total, y sus científicos le llaman a este inmenso resto "materia oscura", lo que viene a querer decir que no tienen ni puta idea; y en este siglo que no tiene ni puta idea del 90% del universo y de la vida, van ustedes, necios y torpes, y adoran a la Razón y a la Ciencia. Deje que me ría por no matarlos a todos y evitarles el infierno eterno, antes de que cometan mayores crímenes.
 
-¿Crímenes?
 
-Mire, desde que se acabaron aquellos principios por los que nos matamos del 36 al 39 (nos matamos los falangistas, los carlistas, los monárquicos, los comunistas, los anarquistas, los socialistas y los hijos de mala madre de los dos bandos; los liberales ilustrados, se fugaron o se cagaron encima), desde que se fueron a la mierda, digo, en 1978, aquellos principios, los liberales nos han traído el divorcio, el aborto, la eutanasia y la sodomía legalizada. Y la perversión de menores por cojones. O sea, la muerte. O sea, la vida. ¡Es la vida, malandrines! ¡La vida! Y aquí,  aquí andan con la economía y las zarandajas de la política del corral ibérico, que apesta a cuadra, a orines y a puta que no se lava. No, no se escandalice. Lo de no lavarse es francés, ilustrado y versallesco, que para eso inventaron el parfum.
 
-¿Aquí?
 
-Sí, hombre. La llamada derecha anda siempre igual de parcelada. Cuando Franco estaban los falangistas, los del Opus, los liberales, los social-demócratas, los cristiano-demócratas, los franquistas, los carlistas apartados y Fraga. Usted conoció Intereconomía, ¿no? Bien, allí pasaba lo mismo. Y había de todo, incluso directores de diario que se hacían perdonar por la izquierda y eran muy demócratas y muy liberales, tipo Marhuenda, cuando su abuelo le había ganado a Franco la guerra. El ser humano es así y se afrancesa, o aburguesa, con facilidad pasmosa, qué mal verso, olvídelo, ponga otra copa y deme fuego. También aquí hay liberales que confunden lo clerical con lo fascista y el culo con las témporas. Lo normal.
 
-Exagera.
 
-Váyase a hacer puñetas, caballerete. Lo bueno de este sitio es que lo de la vida lo tienen claro incluso los liberales confundidos, de buena o mala fe, lo cual no sé si puede decirse de Reverte. Oiga, Pérez, ¿está usted a favor de la vida y contra el aborto? No crea que le afectará mucho, ahora se venden menos libros.
 
-No falte al respeto.
 
-No falto, joven. ¿Falta al respeto el Jabois cuando se declara a favor del aborto, la eutanasia y el "gaymonio"? Es el peaje de los que acababan en el Toni Dos a las tantas de la madrugada. Yo he conocido a quien acabó con el Toni Dos sin mucho miramiento y, claro, está por los niños que nacen y tal, como buen caballero.
Todo es una parodia: la democracia, la Clinton, Trump, el NOM, Bruselas, Rajoy y Podemos. Todo es la pasta, no lo dude, joven. Entonces, bueno, solo me creo a los que claman contra la muerte y están con las víctimas y los débiles y hacen lo que pueden. O les dejan o permiten. Tómese otra y no escriba lo que hemos hablado: será inútil. Adios. Espero verle dentro de muchos años en la tierra de los hijos.
 
-Adios.
 
-Recuerde: ¡Es la vida! ¡Es la vida! ¡Es la vida!
 
Y el eco de sus palabras se llevo la imagen del viejo canoso.
 
-Ponga otro "Soberano", camarero, haga el favor. ¿Tiene fuego?