“Todos tenemos heridas internas que impiden que estemos siempre atentos, dispuestos a amar y a no ser violentos. Es una realidad en el mundo que nos rodea, y aún más en el pequeño mundo del Arca, donde los asistentes no vienen a “trabajar” unas horas al día, sino que quieren compartir su vida con personas que tienen una deficiencia mental”.

JEAN VANIER