El 13 de abril  de 2014 firmé en el Blog El Olivo la siguiente reseña, que pasados dos años largos, tiene la misma actualidad, o más con todo lo que ocurre por las tierras catalanas:

Con el inicio de la Semana Santa parece que por tierras catalanas, realmente paganizadas por el nacionalismo imperante, que estos días no existe por allí nada católico. No es así. Aquí tienen un buen ejemplo. La revista Ave María fue fundada en Manresa en 1924 por mossèn Manuel Marsenyach y mossèn Pere Llehí, junto con el seglar José Plaxats. Su objetivo era “hacer amar por todas partes a la Virgen María”. A los 2 curas los mataron en la guerra civil por ser sacerdotes, y la ediciunón quedo interrumpida. En 1941 el canónigo Ramón Baucells refundó la revista en Barcelona con la ayuda de mossèn José Bachs. Desde 1970 se encargó de la revista la Asociación de Sacerdotes ySa Religiosos de San Antonio María Claret, y la dirigió el sacerdote José Ricart Torrens. Mossèn Ricart decía que la revista pretendía “ayudar a todos los católicos, las parroquias de las diócesis de Cataluña y de toda España”. A la muerte de Ricart, el padre José María Alba tomó el relevo, y después el padre Manuel Martínez, que hasta hoy dirige la revista desde Sentmenat. No hay ideología, no hay negatividad, no hay subvenciones, no hay nacionalismo en Ave María. Sólo amor a la Virgen y a la Iglesia, y un sentimiento muy grande de universalidad enraizada en Cataluña. Como fue siempre por alli, hasta que el ídolo nacionalista quiso invadirlo todo. Son muchos los catalanes y españoles que están suscritos a la revista ALve María y así desde hace 90 años. Que cunda el ejemplo y cumpla muchos más.

Tomás de la Torre Lendínez