La Hormiga de Oro

Luis María de Llauder (1837-1902) funda La Hormiga de Oro para combatir a la prensa liberal a través de un producto editorial que mezclaba periodismo ameno y gráfico para presentar a sus lectores el mundo católico. Con un formato parecido a La ilustración española y americana (1869-1921), a la que incorpora excelentes grabados que ocuparán su portada y contraportada, sus páginas centrales (a veces con láminas y a color).

Da cuenta de los santos de la semana, publica crónicas y noticias tanto nacionales como extranjeras; documentos eclesiásticos y alocuciones pontificias; reseñas legislativas, revistas de prensa e, incluso, folletines y narraciones de marcado carácter moralista-religioso. No sólo trata de religión y política, sino también de historia, arte, ciencia, finanzas, economía, comercio o agricultura. Da espacio a la divulgación de conocimientos útiles o a la moda, dando cabida también al humor gráfico y político, o a una sección recreativa, con poemas, charadas o fuga de vocales. Otra de sus destacadas secciones es la dedicada a bibliografía, dedicada a recomendar la lecturas de obras de tipo piadoso y religioso, muchas de las cuales salían de las mismas prensas de La Hormiga de Oro, librería, imprenta y editorial “colocada bajo el patrocinio del Sagrado Corazón de Jesús” que el propio Llauder estableció entre 1885 y 1887 y en donde estampará también su revista.

La época que traemos a colación es la que coincide con su último director, entre 1926 y 1936: Luis Carlos Viada Lluch. Hemos recogido la fotografía que apareció publicada, en los días de la persecución religiosa de 1931 a 1936, para mostrar el destrozo sufrido por el arte.

 

 

INCENDIO EN GIJÓN. Publicada el 15 de enero de 1931.

La Iglesia del Sagrado Corazón, de los RR. PP. Jesuitas, que durante los últimos sucesos revolucionarios fue incendiada por las turbas de amotinados (sobre estas líneas).

Bajo estas líneas... Canceles de la puerta principal, y lateral, con el órgano y tribunas de primorosa talla, que fueron incendiados totalmente.

He aquí un nuevo baldón caído sobre la historia y la acción de los revolucionarios españoles: la profanación, el incendio y la frustrada, si bien lograda en parte, tentativa de destrucción del templo del Sagrado Corazón, en Gijón. Más que ningún otro hecho, pone este bárbaro atentado al descubierto las ocultas intenciones de la mayor parte de nuestros revolucionarios y sobre todo, cuáles son los verdaderos propósitos de los que, aprovechándose de momentos de confusión social, acaudillan a los amotinados.

 

IGLESIA INCENDIADA EN LA CORUÑA. Publicada el 9 de julio de 1931

El día uno por la mañana se reanudaron los cultos en la iglesia de los Padres Capuchinos. A la Federación Local de Obreros no le pareció bien, y después de un mitin de protesta en la Plaza de Toros, un grupo de 150 individuos, después de apedrear el Convento de los Maristas, se dirigió al barrio de Santa Lucía, donde se halla el Convento de los Capuchinos, lanzándose al asalto. Poco después comenzó a arder el edificio, propagándose las llamas a cinco casas de las inmediaciones, que ardieron rápidamente.

Como ciudadanos de un país que creemos civilizado, y como católicos al mismo tiempo, protestamos con indignación del nuevo hecho salvaje registrado en La Coruña, y con nosotros protestará, con toda seguridad, la inmensa mayoría de los españoles, que ya empiezan a dudar de las promesas de salvaguardar vidas y haciendas que ha hecho repetidas veces el Gobierno.

 

INCENDIO EN LOS PP. CARMELITAS DE MADRID. Publicada el 16 de julio de 1931

La noticia da razón sobre tres iglesias de Madrid. La de Nuestra Señora de las Angustias y la iglesia de las Calatravas, por tema de obras. Pero se centra en el incendio sufrido en los Padres Carmelitas y ofrece estas tres fotos.

En la tarde del miércoles, 1 del corriente, se reanudó el culto en este templo, asaltado e incendiado, como se recordará en la jornada del 11 de mayo. A la izquierda del altar mayor se ve aún el hueco que ocupaba una imagen de la Virgen del Carmen, atribuida a La Roldana, que fue llevada del Convento de Carmelitas de Alcalá. Esta imagen causó gran impresión a uno de los incendiarios, que retrocedió ante ella. Sin embargo, no impresionó a la mujer que la arrojó desde su camarón al fuego.

La iglesia solo está iluminadas por dos lámparas eléctricas instaladas provisionalmente. Al subir un Padre al presbiterio para comenzar el rosario, todos los fieles se hincaron de rodillas. Acabado el rosario, subió al presbiterio el padre Epifanio del Santísimo, prior del Convento, quien anunció que iba a reanudarse el culto modestamente, como lo permiten los medios.

El 21 de mayo de 1931 publican esta doble página que adjuntamos en PDF para que podáis verlo mejor. Lleva por título Vandálicos incendios y saqueos de Conventos en el centro y mediodía de España (12-14 de mayo):

https://www.cardenaldonmarcelo.es/blog/incendios_sacrilegios_1.pdf

Finalmente, el 16 de julio de 1931, La Hormiga de Oro publica estas fotografías del incendio de la iglesia de Villa del Río (Córdoba). Adjuntamos también la imagen en PDF:

https://www.cardenaldonmarcelo.es/blog/incendios_sacrilegios_2.pdf