Al regresar a Roma de su viaje a Armenia, el Papa tuvo la acostumbrada conferencia de prensa con los periodistas. La preguntaron sobre diversos asuntos de actualidad. Uno de ellos fue la  homosexualidad. Como es un asunto de actualidad, y fundamental para la orientación de la castidad cristiana y la vida matrimonial conviene que pensemos como el Papa.
   Esta fue la pregunta:    “Yo repetiré lo que dije en mi primer viaje y también repito lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica: que no deben ser discriminados, que deben ser respetados, acompañados personalmente. Se pueden condenar, pero no por motivos ideológicos sino por motivos-digamos- de comportamiento político, ciertas manifestaciones un poco demasiado ofensivas para los demás. Pero esto  son cosas que no tiene que ver con el problema: si el problema es una persona que tiene esa condición, que tiene buena voluntad y busca Dios, ¿quiénes somos nosotros para juzgarla? Debemos acompañar bien según lo que dice el Catecismo. ¡Es claro el Catecismo! Después, hay tradiciones en algunos países, en algunas culturas, que tienen una mentalidad diversa con respecto a este problema”.
   Esto fue lo que dijo el papa en su primer viaje.
   Pregunta:    Respuesta: “La iglesia se ha expresado ya sobre eso, no era necesario volver sobre eso; como tampoco hablé sobre la estafa, la mentira u otras cosas sobre las cuales la iglesia tiene. No era necesario hablar sobre eso, sino sobre cosas positivas que abren camino a los chicos. Además los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia”