Todo creyente católico que busque crecer espiritualmente, debe de tener en cuenta la lectura religiosa como hábito o costumbre en su vida diaria. Muchos laicos creen que esta tarea está reservada solo para los religiosos (sacerdotes, monjas, etc.), cuando muchos santos a lo largo de los siglos han recomendado este hábito a toda la Iglesia, como una práctica en la vida devota y un requisito esencial en nuestro camino hacia la santidad. 

Hoy en día existen muchos libros que se ofertan como buenos y provechosos pero que no nos ayudan a perfeccionar realmente nuestra vida interior. Solo los libros espirituales (católicos) nos pueden guiar o dar luces para dirigirnos correctamente en las vías que el Señor ha dispuesto para todos nosotros. 

¿Qué nos dicen los santos y sacerdotes sobre la lectura espiritual?

San Bernardo:

"La lectura espiritual nos prepara para la oración y para la práctica de las virtudes. La lectura y la oración son las armas con que se vence al demonio y se conquista el cielo."

San Cipriano:

"Permanece en la oración y la lectura; así hablas con Dios, y Dios está contigo."

San Alfonso María de Ligorio:

¡Cuantos santos han abandonado el mundo y se han dado a Dios por la lectura de un libro espiritual!

San Gregorio Magno

“Aplícate, te lo ruego, a meditar cada día las palabras de tu Creador. Aprenderás a conocer el corazón de Dios en las palabras de Dios”.

San Josemaría Escrivá:

"No dejes tu lectura espiritual, la lectura ha hecho muchos santos".

Padre José María Iraburu:

La lectura debe ser asidua en el cristiano, si quiere permanecer y crecer en la verdad de Cristo, esa verdad que nos ayuda a transfigurarnos en Él, y que nos hace libres de las mentiras del mundo y de su príncipe. Eso ha sido siempre, y por las circunstancias del mundo, hoy tan paganizado, y de la Iglesia, se hace aún más necesaria."

Consejos para la práctica correcta de la lectura espiritual

Yasmin Oré