Después de conocer ayer la atribulada historia de la "electoralidad activa femenina", el sufragio en definitiva (pinche aquí si le interesa el tema), toca hoy preguntarse por la "electorabilidad pasiva" de la mujer en España. Y la verdad es que la entrada de las primeras mujeres como miembros de pleno derecho del Congreso de los Diputados español nos depara una gran sorpresa, pues no ocurre ni durante la Primera República, ni tampoco durante la Segunda, como habría sido lo “fácil” suponer y como a muchos les gustaría poder haber afirmado, sino durante la Dictadura de Primo de Rivera, lo que demuestra una vez más que la historia es como es y no como nos la imaginamos o como nos gustaría que fuera. Y dicha entrada ocurre, más concretamente, en la Asamblea Nacional constituída el 10 de octubre de 1927 y vigente hasta 1929, dentro de la etapa conocida como del Directorio Civil.
 
            Las bases para la convocatoria a las elecciones se establecen por Real Decreto Ley de 12 de septiembre de 1927, cuyo artículo 15 reza como sigue:
 
            “A ella [la Asamblea] podrán pertenecer, indistintamente, varones y hembras, solteras, viudas o casadas, éstas debidamente autorizadas por sus maridos y siempre que los mismos no pertenezcan a la Asamblea”.
 
            Lo que quiere decir que, aunque no deje de tener algo de paradójico, las mujeres sí pudieron ser elegidas, aunque no pudieron ser electoras. Y eso que el Estatuto Municipal, como tuvimos ocasión de conocer al analizar la implantación del sufragio femenino en España (pinche aquí si desea conocerlo todo sobre el tema), sí permitió el voto a algunas mujeres, eso sí, en elecciones municipales, no en nacionales.
 
            Si tienen Vds. la paciencia de buscarlas en el propio Diario del Congreso, encontrarán, como yo he hecho, que las mujeres elegidas en esa ocasión son quince, dos como “representantes del estado” y trece como lo que se daba en llamar “representantes de actividades de la vida nacional”, y más concretamente, las siguientes:
 
 
Representantes del estado
 
Condesa Viuda de Aguilar de Inestrillas
Duquesa Viuda de Parcent.
 
Representantes de actividades de la vida nacional
 
Señorita Micaela Díaz Rabaneda.
Doña Natividad Domínguez de Roger.
Doña Teresa Luzzati de López de Rúa
Señorita María de Echarri Martínez
Doña María López Monleón
Señorita Carmen Cuesta del Muro.
Señorita María de Maeztu y Whitney.
Doña Dolores Cebrián y Fernández de Villegas.
Doña Josefina Oloriz y Araluz
Doña Maria López de Sagredo.
Doña Blanca de los Ríos, viuda de Lampérez.
Doña Esperanza García de Torre de Luca de Tena.
Señora Marquesa viuda de la Rambla.
 
            Una de ellas será la primera en tomar la palabra en el Congreso de los Diputados español en toda la historia del mismo, un honor que, por lo tanto, no corresponde, como acostumbra a repetir la historiografía políticamente correcta, a Clara Campoamor (pinche aquí para conocer a esta gran mujer de la historia de España), tan elogiable y preclara por muchas otras razones pero no por ésta. Y lo hará, por cierto, con un tema harto interesante. Pero esa es cuestión que les desvelaré muy prontamente en esta misma columna, aunque en ocasión distinta de ésta y no ahora.
 
            Entretanto, que hagan Vds. mucho bien y no reciban menos. Mañana más. O por lo menos lo intentamos.
 
 
            ©L.A.
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