El Papa y los obispos, maestros de la fe

En el tema anterior quedaron hablando sobre algunas cuestiones sobre la interpretación de la Biblia y de que hay muchas diferencias en cómo la interpretan los distintos grupos de cristianos. En este artículo siguen hablando de ello.

Niño: Otra pregunta, Jesús: ¿Cómo puedo saber yo lo que tú has dicho? Porque a veces la gente no se pone de acuerdo; unos dicen que has dicho unas cosas y otros, que otras. Por ejemplo, si hay que confesar o no, si las mujeres pueden ser sacerdotes o no, si tú estás, de verdad de verdad, en la eucaristía o no... Y cosas así.
Jesús: Yo encargué a mis Apóstoles y, por tanto, a sus sucesores, el Papa y los Obispos, que el Espíritu estaría siempre con ellos para que nunca se pudiesen equivocar cuando predicasen en mi nombre. Un obispo o un grupo de obispos o de sacerdotes pueden equivocarse. Pero el Papa o todos los obispos con el Papa, nunca se pueden equivocar; no porque sean más sabios o más santos, sino porque yo les he dado mi Espíritu para que la Iglesia no enseñase nunca lo contrario de lo que yo he enseñado.
Niño: Una última pregunta: ¿Para qué ha hablado Dios a los hombres?

Jesús: Para que conozcáis las cosas más importantes de la fe.

Niño: ¿Cuáles son esas cosas?
Jesús: Que hay un solo Dios y que en Dios hay tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo; que Dios os ha creado como hijos suyos por amor; que Dios os quiere como no os podéis imaginar; que vuestros primeros padres, al desobedecer a Dios, perdieron la gracia para ellos y para vosotros; que el Padre, misericordioso, se compadeció de todos vosotros, y prometió que os enviaría un salvador para que fueseis de nuevo hijos suyos; que me envió a mí, su Hijo único, para que os salvase dando mi vida por vosotros en la cruz; que el Padre me resucitó; que el Padre y yo os enviamos el Espíritu Santo para que estuviese siempre con vosotros en la Iglesia. Y todo eso os lo ha dicho el Padre para que vengáis al cielo con nosotros. ¿Has oído hablar de esto que te estoy diciendo?

Niño: Sí; es muy parecido al Credo que rezamos.
Jesús: Es que el Credo es el resumen de la fe de mi Iglesia.
 
José Gea