El pasado viernes 18 de septiembre, coincidente con el 1º del mes judío de tishri, los judíos del mundo entero celebraron la importante y gozosa fiesta del judaísmo llamada del Rosh Hashana [1], literalmente “cabeza del año”, en la que conmemoran la entrada de un nuevo año, en este caso, el 5770 de la era judía. Cinco mil setecientos setenta años, según la tradición hebrea, desde que el mundo fuera creado.

            Sólo dos días después, el pasado domingo 20 de septiembre, los musulmanes del mundo entero daban comienzo a la fiesta del Eid-al-Fitr, literalmente “festividad de la ruptura del ayuno”, con la que festejan el final del duro Ramadán que les ha obligado a un entero mes de ayuno en el transcurso del cual, no pueden comer nada hasta la puesta del sol. Como el Ramadán de este año ha venido a coincidir en pleno verano (no todos los ramadanes lo hacen), ha sido particularmente duro, pues la hora en la que los fieles podían finalmente engullir algún alimento se retrasaba hasta más allá de las nueve de la noche.
 
            No es fácil que, como ha ocurrido en esta ocasión, ambas fiestas coincidan tan cercanas, pues aunque tanto el año judío como el año musulmán son de tipo lunar, operan con reglas muy diferentes a la hora de fijar el calendario. De hecho, consideradas desde nuestro calendario gregoriano que como se sabe, es de tipo solar, ambas festividades son móviles, ya que cada año caen en distinta fecha y hasta en distinta estación.
 
            En la religiosidad clásico-romana, tan afecta a intentar descifrar el porvenir en los signos más triviales de la vida cotidiana, la coincidencia de ambas festividades, motivo de gran alegría tanto para la comunidad judía como para la comunidad musulmana, podría haber sido interpretada como augurio de grandes y felices eventos. Y dado que por estas fechas el presidente norteamericano Obama convoca en Nueva York a los líderes israelí Benjamin Netanyahu y palestino Mahmmud Abbas, ojalá -palabra de origen árabe que significa “quiera Dios”- que la triple coincidencia, el Rosh Hashana, el Eid-al-Fitr y la cumbre Obama-Netanyahu-Abbas, sirva para que veamos convertido el favorable augurio en una maravillosa realidad, la paz en la tierra en la que nació y murió el gran apóstol de la paz que fue Jesús de Nazareth.
 
 
 
[1] Sobre el Rosh Hashana ver Enciclopedia Judía en la red
http://jewishencyclopedia.com/view.jsp?artid=246&letter=N
 
[2] Sobre el Eid al Fitr
http://en.wikipedia.org/wiki/Eid_ul-Fitr