Como indica una nota de EUROPA PRESS la Comisión de Presidencia de la Ciudad Autónoma de Ceuta aprueba declarar festivo la "pascua" musulmana a partir de 2010. Votaron al unísono el Partido Popular, los comunistas y los socialistas.

La Ciudad de Ceuta, que está gobernada por el PP con mayoría absoluta, es decir, que tiene en sus manos cualquier decisión, ha hecho lo mismo que la ciudad de Melilla (también gobernada por el PP) la semana pasada.

Para lograr declarar esta fiesta sin alterar el calendario vigente la Asamblea no trasladará al lunes el festivo nacional que cae en domingo en 2010, el Día de la Asunción, 15 de agosto, y en su lugar declarará festivo el 17 de noviembre la fiesta musulmana.

En realidad no debiera de extrañarnos esta actitud "julianesca"  de los dirigentes del PP con el Islam y despreciando las festividades cristianas. El Partido Popular de Andalucia, dirigido Arenas, nombra al renegado Blas Infante Padre de la Patria Andaluza, y le hace homenajess  con la participación de sus máximos dirigentes a nivel nacional.

Este tipo de acciones, además de lo significativo que tienen en el plano religioso y cultural, poner a el mismo nivel la civilización cristiana occidental y la concepción islámica, son peligrosas por sus consecuencias políticas.

Mucho más cuando, según cifras oficiales (seguro que con los ilegales muchos más), el 45% de la población es islámica en Melilla y parecido en Ceuta.

Toda esta población tiene derechos políticos y por lo tanto de voto, gracias a las políticas de entrega de nacionalidad española a los inmigrantes marroquíes, que se aceleraron desde mediados de los 90.
 
Esto es muy grave tratándose de musulmanes, pues un moro no tiene el sentido de nacionalidad política y un vínculo con la nación cuyo Estado le da la misma, pero cuya autoridad no reconoce, ni siente ningún deber de patriotismo.

Los musulmanes no obedecen a las autoridades civiles sino solo obedecen a las autoridades islámicas. 

En este caso el problema es que estos ciudadanos españoles de carnet, con todos los derechos que esto les otorga, solo se reconocen como súbditos del Rey/Sultán de Marruecos, tanto en cuanto que lo es por ser, supuestamente, descendiente del Profeta y  proceden de un país con el que siguen vinculados emocionalmente y que tiene pretensiones territoriales sobre España.

Por eso la actitud del Partido Popular no solo es reflejo de su desprecio por lo cristiano (anteponiendo la fiesta musulmana a la festividad de la Asunción)  sino que es de una una irresponsabilidad política tremenda para la integridad nacional al potenciar los intereses musulmanes, que por su naturaleza e historia son incompatibles con España en su conjunto, y esto es mucho más grave en las ciudades de Ceuta y Melilla