A los que llevamos años escuchándole (desde 2011, cuando fueron beatificados los Oblatos de Pozuelo en la Catedral madrileña de la Almudena), ayer no nos sorprendió la magistral homilía pronunciada por el cardenal Angelo Amato, SDB. En cuanto tengamos el texto la "colgamos" en el blog.



En un momento de la misma recordó que, con los monjes y monjas cistercienses que acababan de ser beatificados, sumaban ya 1.545. Y así es. Solo que, Dios mediante, el próximo 21 de noviembre, en la Catedral de Barcelona, lo serán 26 sacerdotes y hermanos laicos de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos... Ya dimos noticia de ello: sumaban pues 1.571. Pero eso, hasta el pasado jueves, 1 de octubre. Ese día el Santo Padre firmó el decreto de beatificación del sacerdote Valentín Palencia Marquina, de Burgos, y cuatro de sus discípulos y colaboradores (Donato Rodríguez García (de 25 años), Germán García García (de 24 años), Zacarías Cuesta Campo (de 20 años) y Emilio Huidobro Corrales (de 19 años) que padecieron el martirio, por odio a la fe cristiana, el 15 de enero de 1937, en los días de la persecución religiosa, cerca de Suances, en Cantabria.

Nos lo contaban estos días:
http://www.religionenlibertad.com/un-alumno-lo-denuncio-a-los-milicianos-por-no-darle-propina-45185.htm

Los monjes y monjas beatificadas
 
Abadía Cisterciense de Viaceli (monasterioviaceli.com)

Microsoft Word - PROYECTO DE OFICIO.doc (cistercium.es)

 
CONVIVENCIA SACERDOTAL

Junto a don Víctor Sánchez, hemos recorrido más de quinientos kilómetros para poder asistir a la beatificación de la Catedral de Santander. Allí, en Los Corrales de Buelna nos hemos encontrado con tres magníficos sacerdotes: el párroco de San Felices, don José Luis Sánchez, al que conozco desde el Seminario Menor; el párroco de Corrales, don Francisco Lledías (en la foto, presidiendo la Santa Misa); y el joven sacerdote Antonio Arribas, ¡sólo lleva un año ordenado! Ambiente alegre, risas, anécdotas, sencillez, compañerismo, acogida, trabajo: ¡cómo trabajan los sacerdotes de los pueblos! Kilómetros, carreteras, sacramentos, Misas... ¡Gracias por acogernos y podernos sentir hermanos!