Se llamaba Rosa Peres. Era poeta y buena cristiana. Estaba casada y era madre de familia. Un día me contaba:

«Mi padre me hizo heredera de "Miralobueno". Me decía: "Medita bien este nombre. Te traerá paz." Miralobueno: ¡qué lección! Y mi padre añadía: "No te fijes ni tomes como modelo el mal." Miralobueno: ¡qué nombre de heredad tan bueno!

»¿Por qué hoy el mal tiene tanto eco y se le da tanta publicidad? Es para mí una gran ilusión y un gran orgullo poder cumplir el deber que me impuso mi padre: ser heredera de un bien tan preciado como es saber "mirar-lo-bueno"

 

Es muy importante para gozar de buena salud física, mental y espiritual:

     1.  Saber ver y apreciar el lado positivo, el lado bueno de las personas, de los hechos, de las cosas que nos suceden, por adversos y dolientes que éstos nos sean. Dicen que el veneno de las víboras y las cobras es un maravilloso anticoagulante.

     2.  Saber ver y apreciar el lado positivo y bueno de todo cuanto nos sucede es un excelente camino y un remedio eficaz para vivir mejor la vida, para que nada ni nadie nos muerda ni perturbe nuestro interior.

Gide escribía:

-«Que la importancia esté en tu mirada; no en la cosa mirada.»







Alimbau, J.M. (1998).  Palabras para momentos difíciles. Barcelona: Ediciones STJ.