Decíamos ayer: "Pero no es menos cierto que, hasta en diócesis que difícilmente sabríamos situar sobre el mapa, hay otras muchas (éstas sí que son muchas y además se hacen notar) que, al igual, que las “monjas de la tele”, se sienten maltratadas por el machismo eclesiástico, exigen la ordenación para las mujeres o se dedican a la acción social(-ista). El panorama tampoco resulta exclusivo de la vida religiosa femenina porque un discurso semejante se puede escuchar en la boca de otros muchos religiosos, sacerdotes y seglares"

Un ejemplo, tomado de un lugar en cuya cabecera se afirma que es "