Muchas veces, cuando algún colectivo ataca a la Iglesia en las redes sociales, nos salen varios defensores, cuya buena intención se reconoce, pero que dejan mucho que desear al momento de redactar sus argumentos. Por ejemplo, “no zabes lo que dices”. Cierto, quizá la contraparte no tenga idea de la acusación que está haciendo, pero un enunciado con semejantes errores, resta credibilidad. Al final, la evangelización no es tanto de letras, como de ejemplos; sin embargo, hay que aceptar superarnos en todo momento. Los que hemos tenido la oportunidad de estudiar, debemos ayudar, siendo solidarios al compartir el conocimiento. Una propuesta es aprovechar algún espacio al interior de las parroquias, para dar cápsulas ortográficas. Poco a poco, lograríamos incidir mejor.

Los católicos de habla hispana, no estamos exentos de las disposiciones que tome la Real Academia Española. “Pero somos ciudadanos del cielo, aquí vamos de paso…” es cierto, pero mientras llegamos, hay que estar a la altura, porque la forma influye en la aceptación o rechazo del fondo. Jesús era asertivo a la hora de explicar sus enseñanzas. Nosotros, tenemos que seguir su ejemplo. Esto aplica no solamente para los mensajes que redactemos en un foro, sino para todo lo que implique uso de letras y palabras a la hora de promover nuestros espacios.

Tener fe significa superarse. Antes de escribir para debatir o aclarar un punto con el que estemos en desacuerdo, nada cuesta dar un clic en algún sitio ortográfico. Cuidando la forma, comunicamos mejor el Evangelio.