Regalar al Papa un crucificado sobre un signo comunista (hoz y martillo) no lo hace cualquiera. El presidente de Bolivia merece ser recordado por su atrevimiento y capacidad de poner al Papa en un brete. A Cristo le pasó algo similar cuando sacerdotes y escribas le solicitaron que les indicara si estaba bien pagar impuestos al Cesar (Lc 20, 19-26).
 

En muchas circunstancias de nuestra vida nos vemos obligados a decidir entre dos males, entre varias opciones de las que ninguna es buena. Cualquier respuesta que podamos dar, siguiendo lo que nos preguntan, será inadecuada o mal interpretada. Cuando ocurre esto, es que el diablo anda cerca y tenemos que tener cuidado. 

El Señor da a conocer aquí que debemos ser circunspectos cuando respondamos a herejes o judíos, como había dicho ya por medio de San Mateo: "Sed prudentes como las serpientes" (San Ambrosio de Milán, tomado de la Catena Aurea). 

Cualquier respuesta que hubiera dado el Papa, era mala. De hecho podemos ver como se le critica por lo que hizo o por lo que dejó de hacer. Si sonrió, porque sonrió en una foto del momento. Si aceptó el regalo, unos indican que es un maravilloso Papa comunista y otros que es un desastroso Papa de izquierdas. Si no hubiera aceptado el regalo, habría sucedido lo contrario. 

Como siempre pasa, el dilema termina llegando a nosotros mismos. Unos y otros nos preguntan qué nos ha parecido y qué pensamos de ello. A nosotros también nos preguntan para etiquetarnos según la ideología de cada cual. Bueno, hace unos meses escribí un post sobre lo que se esconde detrás de este tipo de problemas donde nunca podremos hacer algo bueno: Antes que pelear o tolerar, hay que dialogar. 

Cuando nos plantean estos problemas, hay que tener claro que no tienen solución dentro del ámbito que han sido planteados. Cristo sabía que dijera sí o no a los impuestos, sus respuestas serían equivocadas. La respuesta está siempre en otro plano o ámbito diferente. En ese plano es donde sí podemos encontrar una respuesta que sea buena. 

¿Tenía que aceptar el Papa el regalo de Evo Morales? Sin duda su obligación como invitado requería una respuesta que no rechazara el regalo, pero que también fuese un tirón de orejas al presidente de Bolivia. Cristo no rechazó la pregunta de los sacerdotes y escribas, aunque era más que evidente la malicia que llevaba dentro. Cristo la aceptó y planteó una respuesta que demostrara la malicia y el sinsentido de la pregunta. 

No sabemos con certeza qué le dijo el Papa al Presidente, pero sin duda merece que en cualquier ocasión propicia se saque el tema para sanar la situación. Humildemente se me ocurren unas cuantas cosas que se podrían decir: 

Sólo restaría dejar el crucifijo en un lugar bien elegido para que todos los que lo vieran rezaran para que Cristo no tarde en llegar a sus corazones.  El Cristo que vence al comunismo y a cualquier otra ideología; porque Cristo nunca se queda en la Cruz, sino que la vence al mal con la misma herramienta del mal. Ven pronto Señor Jesús. Marana-Thá.