No es un reclamo publicitario del estreno de un filme de los muchos que semanalmente  hay en cartelera. Es la historia real de una joven de 14 años –sordociega- que, por otra joven monja, es librada de su particular infierno, al estar incapacitada para comunicarse con su entorno vital.

No es exageración llamar  “infierno” al hecho de no oír ni ver y estar abocado a esta situación de por vida. Quien haga la prueba solo media hora se convencerá. El ver esta película es una experiencia inolvidable. Tampoco le defraudará. Su titulo:  “La historia de Marie Heurtín”.

No oculto mi afición al buen cine. Aprecio y sigo la opinión escrita o hablada, de los críticos profesionales sobre el valor ético y estético de los estrenos. Nada de publicidad engañosa, ni la inercia de dejarse llevar por propagandas de los medios. Millares de españoles, ahítos de que les sirvan gato por liebre, rehúyen ir al cine por tanta bazofia de violencia, sexo, amén de estrenos irrelevantes. Una excepción destacada, es el filme citado.

Si quieres disfrutar de  una cinta que toca las fibras más sensibles del alma, que te muestra los valores de la entrega al bien ajeno y la capacidad casi infinita del ser humano en la superación de sí mismo,  que no deje de ver esta película, en especial para parejas con hijos distintos o discapacitados. Todo es posible para quien se lo propone. Incluso salir del infierno vital. 

MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN