Año del Señor 2015
Lerma, 16 de Marzo
 
Hola, buenos días, hoy Inés nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
 
COMO LA TIERRA EN PRIMAVERA
 
Aún no es primavera, pero estos días la naturaleza parece retenida, queriendo estallar en vida nueva. Yo vuelvo a aprender y a disfrutar de la tierra; hacía años que no cuidaba jardines, pero ahora es “obligado” pues, con el oficio de sacristana, se incluye el cuidado de flores que luego decorarán la iglesia. Nos espera bastante trabajo... ¡y mucho tiempo de disfrutar! 
 
Uno de los jardines (por el que hemos empezado) tiene crisantemos. Después de varios años, estaban envejecidos y era necesario renovarlos. Sor Ana y yo, cada una con una azada, sacamos los cepellones endurecidos. Una vez amasados con hierbas, musgo, etc., y puestos a parte, comenzamos a cultivar la tierra: ahuecar, limpiar, enriquecer, hasta que quedó dispuesta para plantar otra vez las flores. ¡Cómo disfrutamos viéndola suelta, abierta, dispuesta a volver a dar vida! Mientras trabajábamos, íbamos comentando: 
 
-Verás que flores tan preciosas se van a dar este año... - 
 
La falta de costumbre hacía que me dolieran los riñones y los brazos, pero vuelvo a comprobar que todo es empezar y tener ilusión, el cuerpo se adapta  en seguida. 
 
Muchas veces en la vida deseamos crecer mejor, más sanos en el cuerpo y en el espíritu. Al principio, viendo la tierra de tu corazón dura o tus plantas cansadas, puede que todo te invite al desánimo... Por eso, hoy el reto del amor es que te dejes roturar por Cristo. Deja que Él conduzca tu vida, que sea el dueño de tu campo. ¡Él te cuidará con todo cariño! Y, cuando tocas la tierra de tu corazón suelta y dispuesta a recibir la luz, la gracia, el Amor de Jesucristo y de los hermanos, entonces te alegras, porque sabes que, con este jardinero, el Regalo cae en tierra buena y dará fruto. 
 
VIVE DE CRISTO
 
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