Tuve la dicha de servir al Camino  Neocatecumenal  durante dos años en la Comunidad 13 de la Paloma en Madrid.
   ¿Por qué me encontré con los Kikos? Por que no me gusta hablar de memoria de los Grupos creyentes que han recibido la aprobación de la Iglesia Jerárquica, sea pontificia sea episcopal. Juzgar por el chismorreo de la gente o por la experiencia de personas que no han encontrado su sitio en una espiritualidad determinada, no debe ser lo normal.
   Durante mi etapa de Capellán Universitario en Derecho de Complutense en Madrid, conocí, no menos, de 25 espiritualidades de la Iglesia. Todas magníficas y todas limitadas. Nadie puede acaparar toda la riqueza del Cuerpo del Señor en odre nuevo pero limitado. Vale también para nuestras respectivas Congregaciones.
   Es bueno ¿rezar el Rosario diario? Buenísimo. ¿Es bueno rezar las horas del Diurnal? Buenísimo. ¿Es bueno realizar las dos cosas? Buenísimo. Lo importante es hacerlo y hacerlo bien. Luego hay quien reza el Diurnal, quien reza el Rosario y quien reza las dos cosas. Y aquí y allí gloria. Cada uno tiene su estilo y sus matices que debemos respetar.
   Mi experiencia en el Camino no fue larga; sí intensa. No me perdí una Eucaristía los sábados, ni un retiro mensual ni una convivencia. Mi valoración es muy positiva. He leído y sigo leyendo muchos juicios generales sobre el Camino. Tiene muchas virtudes; algunas limitaciones. Son un testimonio permanente: las vocaciones sacerdotales y consagradas. Las Familias Misioneras etc. etc. De la comunidad 13 donde acompañé como Presbítero a 55 hermanos, han brotado, según mis noticias dos familias Misioneras: una está en Alemania y otra en Vietnam. Un Seminarista.
     El papa muestra su alegría por el Encuentro y se dirige especial mente a las familias: “Mi pensamiento se dirige de modo especial a las familias, que irán a las diversas partes del mundo a anunciar el Evangelio. La iglesia os agradece vuestra generosidad. Os doy las gracias por todo lo que hacéis en la Iglesia y en el mundo”.
   En nombre de la Iglesia, dice el Papa, nuestra Santa Madre Iglesia, jerárquica, el Papa señala tres recomendaciones:
    1ª Conservar la Comunión. “La primera es la de tener el máximo cuidado para construir y conservar la comunión en el seno de las Iglesias particulares donde irán a trabajar… La comunión es esencial: A veces puede ser mejor renunciar a vivir en todos los detalles lo que vuestro itinerario exigiría a fin de garantizar la unidad entre los hermanos que forman una única comunidad eclesial, de la que siempre tenéis que sentiros parte”.
   2ª Dios nos precede siempre.   “Dios esparce por doquier las semillas de su palabra. De aquí brota la necesidad de una especial atención al contexto cultural… Muchos de vosotros se esforzarán en aprender el idioma local, a veces difícil… Mucho más importante será vuestro compromiso por
   3ª Cuidar con amor unos de otros. “El Camino neocatecumenal, como itinerario para descubrir el propio Bautismo, es un camino exigente, a lo largo del cual un hermano o una hermana pueden encontrar dificultades imprevistas. En estos casos ejercitar la paciencia y la misericordia por parte de la comunidad es signo de madurez en la fe. No se debe forzar la libertad de cada uno, y hay que respetar también la eventual elección de quien decidiera buscar, fuera de Camino, otras formas de vida cristiana que le ayuden a crecer en su respuesta a la llamada de Señor”.
   Con todo respeto y adhesión a las palabras del Papa, mirando al futuro, me atrevería a señalar tres indicadores que me preocupan en el Camino.