A veces, tan importante como un gran evento es la ambientación previa. 

Por ejemplo, mis dos hijas pequeñas andan revolucionadas con el “próximo” estreno de una película nada menos que ¡para la primavera de 2019! Y la clave es un magnífico tráiler que se puede ver ya en Youtube.

La Iglesia, que es muy sabia, sabe esto desde siempre, quizá no en el aspecto del marketing, pero sí en el de preparación antes de una gran celebración. Pues bien, esto es el Adviento respecto de la Navidad.

Por ello, sugiere tres cosas que debemos intensificar en Adviento (y digo intensificar porque el resto del año también hay que hacerlas)

Y ¿en qué consiste esta preparación?

Primero.- Intensificar las OBRAS DE PIEDAD, dirigidas a dar gloria a Dios y santificarnos amándole cada día más. Por ejemplo:

Segundo.- Intensificar las OBRAS DE MISERICORDIA: actos de amor al prójimo dirigidas a atender necesidades espirituales o materiales.

Yo las resumo en nueve:

  1. Socorrer necesidades materiales
  2. Visitar a los enfermos
  3. Enseñar al que no sabe
  4. Dar consejo al que lo necesita
  5. Corregir y elogiar al próximo
  6. Perdonar al que nos ofende
  7. Consolar al triste
  8. Tener paciencia con los defectos del prójimo
  9. Rezar por vivos y difuntos

Tercero.- Intensificar la INSTRUCCIÓN como cristianos. Pues para dar fundamento a nuestro cristianismo es necesario formarse y profundizar en lo que significa ser cristiano. En concreto:

La Navidad es la misma para todos, y sin embargo ¡qué diferente será para el que la prepara así y para el que no!

Así que cuidemos mucho la “advientación” para celebrar como se merece esta próxima Navidad.

Porthos