Año del Señor 2022
25 de abril
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
PARA SIEMPRE
El sábado, después de la ceremonia, saludar a la gente, celebrar con la Comunidad… ya nos retiramos a la celda. Pensaba que por dentro nada iba a cambiar, pienso que el sí al Señor es cada día. Sin embargo, miraba el anillo y me sobrecogía. En ese momento ya de calma y soledad, me impresionó.
Me impresionaba porque ese día marcaba un “para siempre”, una Alianza eterna hecha delante de la Iglesia con el Señor y esto suponía mucho. Suponía que había apostado al 100%, suponía mirar hacia adelante, exigía un compromiso real y fuerte con el Señor, mi Comunidad y la Iglesia. ¡Ser suya!
Ayer, en muchos momentos miraba el anillo, la vista se me clavaba en él y el corazón se me llenaba de gozo y alegría pues sentía que ya no me tenía que preocupar por el próximo paso a dar, la siguiente decisión… que el Sí para siempre ya rige mi vida.
Y es que el corazón del hombre descansa en el compromiso, en arriesgar y apostar sin condiciones ni límites. Es lo que hace que sientas algo tuyo, que forme parte de ti y luches por ello mirando en una dirección, marcada por el Amor.
Jesús invita a sus discípulos a dejarlo todo y, ciertamente, dejando todo, ¡encuentran todo en Él!
Hoy el reto del amor es que apuestes por aquello por lo que un día diste el “para siempre”, que mires tu alianza, tu compromiso con el Señor o en tu vocación y te recuerde que es tu rumbo, tu puerto seguro en Jesús, tu “para siempre” y en ello tu plenitud. El corazón descansa en el “para siempre”: no tengas miedo a arriesgar, ¡merece la pena!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
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