Cuando se habla de la matanza de Kenia, en algunos medios, se obvia el hecho, absolutamente menor e intrascendente, de que los muertos eran cristianos. Según Emmanuel Barbara, obispo de Malindi y administrador apostólico de Mombasa, los guerrilleros paraban a peatones y automovilistas y les preguntaban si eran musulmanes o cristianos. Responder "cristiano" significaba un balazo en la cabeza. Por resumir: el planeta se ha librado de la presencia de 48 cristianos, esa especie de seres inferiores, agresivos y peligrosísimos para el resto de la humanidad, a los que es bueno exterminar. Son una auténtica plaga. Como todo el mundo sabe, las peores atrocidades de la historia las han causado los cristianos y liquidarlos a todos es un imperativo de justicia. Aplaudo a los medios de comunicación globales e independientes que silencian las matanzas de cristianos. Eso no es noticia. Como tampoco es noticia que se produzcan, por higiene, matanzas de ratas o cucarachas.
En cuanto al tema de los fetos que enuncio en el titular, soy de la misma opinión. No es noticia que en España se liquiden anualmente 100.000 fetos de seres no humanos: lo que los criminales cristianos llaman "abortar". Es mentira. Con esos fetos no humanos, que tienen brazos, piernas, cabezas y corazones, se podría hacer un suculento picadillo para hamburguesas. Se trataría de llegar a algún acuerdo con una multinacional de la alimentación rápida. El resto de desechos de los fetos no humanos podría servir como abono para que el planeta tuviese árboles y flores y verduras y hortalizas sin tener que recurrir a los fertilizantes químicos, tan nocivos para la salud de los seres humanos.
Mientras tanto, aconsejo a toda mujer que se deshaga de su feto no humano que pida que le den los restos envueltos en papel reciclable y se los ofrezca a su perro o a su gato, así alimentarán a los animalitos con comida biológica de verdad, tan sana.