Circula un whatsup que invita a superar esta crisis consumiendo productos españoles y no internacionales. Más allá de que la receta de la autarquía pueda ser la adecuada para una situación como la presente, -lo que me parece por lo menos cuestionable, (el comercio internacional no deja de ser un sector con importantes aportaciones al PIB español)-, es gracioso constatar que desde alguna parte del espectro político español el mensaje parece ser: “fronteras abiertas, aquí cabemos todos”, acompañado después del socorrido “consume español”.

             Y digo yo: ¿no sería mejor que cada uno se quede en su casa (los inmigrantes son muy necesarios en su país, donde dejan familias desarmadas, no sólo mujer e hijos, sino padres y abuelos también) y si ellos producen algo mejor y más barato se lo compremos?

             Porque además, no se lo pierda Vd.. Uno puede decir: “consume español”, pero en Navarra otro dirá: “consume navarro”, en Cataluña otro “consume catalán”, y en Andalucía un tercero “consume andaluz”… Y eso si no pasamos a la “fase dos” -ahora que tan de moda están las fases- de rango provincial: “consume orensano, consume turolense”.

             A este paso volvemos al autoconsumo y a la permuta en ferias barriales dominicales.

             Contad si son doscientas y está hecho. Que hagan Vds. mucho bien y no reciban menos.

  

            ©L.A.

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