Pasó el miércoles 14 de mayo de 2014 en la audiencia general del Papa Francisco en la plaza de san Pedro del Vaticano. Como de costumbre el Santo Padre se acercó a saludar a personas enfermas y entre ellas había un niño con síndrome de down. Lo demás lo reflejan con inmensa ternura las imágenes. Fotos llenas de cariño y devoción hacia el Papa por parte de una personita de las que ahora se matan tan fácilmente por el simple hecho de ser tener un cromosoma de más. Sí, son diferentes porque tienen un alto sentido de lo sobrenatural, como ya evidencié en otro lugar (véase aquí El niño down que no quería que «matarán» a Jesús en una representación del viacrucis el viernes santo).
 
Pienso que no debe ser fácil ser Papa. Tal vez por eso Dios quiso consolar, animar y acariciar al Santo Padre por medio de este niño. Ojalá que esa misión de ser caricia de Dios para los demás la compartiéramos todos.