Talavera de la Reina conserva esta hermosísima talla que no es muy común en la iconografía josefina acompañando a un Corazón de Jesús Niño. Esta imagen se conserva en la restaurada iglesia de Santa Catalina. Mirad estas otras que pueden verse en la red. La segunda talla se encuentra en el Santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Barcelona. La última de esta serie es una pintura italiana de E. Ballerini (1941) en la iglesia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Roma.

SÍNODO DE 1498 EN TALAVERA DE LA REINA

El cardenal Francisco Jiménez de Cisneros fue arzobispo de Toledo desde el 20 de febrero de 1495 hasta el 8 de noviembre de 1517, fecha de su muerte. Su primer Sínodo lo celebró en Alcalá de Henares, el 4 de noviembre de 1497. El segundo el 24 de octubre de 1498 en Talavera de la Reina (Toledo). Como detalle interesante, en estos dos Sínodos de Cisneros emerge la devoción a San José.

Canals en su libro San José, Patriarca del Pueblo de Dios (segunda edición, noviembre de 1994, página 254) escribe:

Fue en Toledo, y en el Sínodo Diocesano que celebró en Talavera de la Reina el insigne y piadosísimo arzobispo cardenal Cisneros, en 1498, cuando se estableció la celebración solemne de la fiesta de San José, en el título 64, que trata “De las Fiestas”, y dice así: «otrosí, ordenamos que la fiesta de sant Joseph que cahe a diez y nueve de marzo tan digna de toda veneración, sea puesta de aquí adelante en el calendario, y se celebre de seis capas en todo nuestro Arzobispado».

Y en el misal mixto toledano, impreso el año siguiente, aparece ya incluida la misa propia de San José.

Así que, sin duda, podemos hablar de Talavera de la Reina como primera ciudad josefina donde se establecerá por Sínodo que la fiesta de San José debía celebrarse cada 19 de marzo.

Esto ya venía siendo así desde hacía más de un siglo: en 1476 ya el papa Sixto IV establece la festividad de José en la fecha del 19 de marzo; y que con anterioridad venía promoviendo, desde 1371, el papa Gregorio IX.

Establecida, pues desde 1498 por Cisneros, en 1621, a instancias de los emperadores Fernando III y Leopoldo I y del rey Carlos II de España, y al poco de ser elegido como papa, Gregorio XV la define como fiesta obligatoria.

 [Sobre estas líneas detalle de la escultura de San José de las Madres Carmelitas Descalzas de Talavera de la Reina, cuya fundación es de 1595. Se trata de una obra de Juan Pascual de Mena (siglo XVIII). Más adelante, fachada del mismo convento con un San José con el Niño (siglo XVII), de piedra]. 

Santa Teresa gran propagandista de San José

Como nos recuerda el capellán de las MM. Carmelitas de San José de Ávila, monseñor Eliseo García Rubio, santa Teresa de Jesús durante su vida fue una gran propagandista de la devoción a san José.

Cuando vivía en la Encarnación procuraba captar devotas de san José: esto han visto otras algunas personas, a quien yo decía se encomendasen a él, también por experiencia (V 6.6) y quería yo persuadir a todos fuesen devotos de este glorioso Santo, por la gran experiencia que tengo de los bienes que alcanza de Dios (V 6.7).

A santa Teresa le pasa algo parecido a lo que se dio en los Apóstoles cuando tuvieron la experiencia de Jesús resucitado, que no podían no hablar de lo que habían experimentado, de lo que han visto y oído (Act 4,20). Así santa Teresa no puede dejar de hablar de lo que ha experimentado en sus relaciones de amor con san José. Después de su Reforma en el convento de las Madres (san José de Ávila). Santa Teresa se ha convertido en la mayor evangelizadora de san José.

A partir del siglo XVI, tomó mucho impulso esta devoción especialmente con el testimonio de santa Teresa de Jesús, de san Juan de la cruz y de los carmelitas en general. Fray Jerónimo Gracián, confesor de santa Teresa, escribió en Roma en 1597, su Josefina, proclamando los dones y privilegios de san José. El papa Gregorio XV en 1621 estableció la fiesta de san José. Benedicto XIII en 1726, colocó a san José en la letanía de los santos. En Brasil, en el siglo XVIII, se difundió la devoción a los Tres Corazones de Jesús, María y José. En 1870, el beato Pío IX lo nombró patrón de la Iglesia universal. León XIII, en la encíclica Quamquam pluries, en 1889, exhorta a rezar el rosario e invocar a san José. En 1955, Pío XII, instituye la fiesta de san José obrero el 1 de mayo. San Juan XXIII lo nombra patrono del Concilio Vaticano II y coloca su nombre en el canon de la misa. En 1989, san Juan Pablo II publicó la exhortación pastoral Redemptoris custos (custodio del Redentor) y el año 2004 regaló su anillo papal para el cuadro de san José de su iglesia natal de Wadowice, en Polonia.

Como curiosidad, digamos que algunos países han nombrado a san José como su patrono: Austria, Bélgica, Canadá (1624), China (1678), Corea, Croacia, Vietnam y el Perú. En 1557 fue nombrado patrono general de México. En 1679 se nombró a san José patrono de todos los dominios españoles. En 1655 se consagraron a san José, Perú y Bohemia. San José es patrono del Perú desde 1828.

Sobre estas líneas talla del antiguo "Patio de San José", talla de yeso del siglo XVIII. Se trataba del patio de la casa de la dirección de la Real Fábrica de Tejidos de Seda, Plata y Oro de Talavera de la Reina.

Escribe César Pacheco: "otra figura de San José, hoy desaparecida, se encontraba presidiendo el patio de uno de los edificios de la Antigua Fábrica de Seda, junto a la parroquia de San Andrés, popularmente llamado Patio de San José. Gracias al reportaje del fotógrafo talaverano Rodríguez que se conserva en el Archivo Municipal, hemos podido registrar esta imagen. En 1785 era conocido el lugar como Casa de San José, y la estatua fue inventariada en ese año, en la relación de bienes de la Real Fábrica, apuntándose que se trataba de "un San Joseph de yeso".

El trabajo completo sobre la imaginería josefina en Talavera de la Reina, aquí:

http://www.unedtalavera.es/wp-content/uploads/2019/05/Alcalibe-2004-paginas-163-192-uned-talavera.pdf