A veces uno, deambulando por el universo web, se da de bruces con gente y afirmaciones, por decirlo de una manera respetuosa, "complicadas". Dentro de este rango incluyo a los diversos grupos sedevacantistas, donde se pueden encontrar textos muy correctos y ortodoxos junto a afirmaciones del todo disparatadas. Por eso mismo me ha causado una gran alegría la noticia de que unas religiosas que hasta ahora habían formado parte de un grupo sedevacantista habían fundado una nueva congregación religiosa en plena comunión con Roma, las Hermanas de Nuestra Señora de la Divina Gracia. Estas monjas se unen a las Hermanas Marianas de Santa Rosa, que también habían formado parte de un grupo sedevacantista y que ahora, en plena comunión con Roma, continúan su carisma de oración y dedicación a la educación.

Esta noticia y la entrevista a su superiora, la hermana María Filomena Fuire, publicada en el Catholic World Report, creo que confirman que nada es imposible para la gracia de Dios y que, lejos de desesperar o de condenar por anticipado a aquellos católicos que se han separado de Roma, debemos redoblar con mayor fuerza nuestras oraciones por estos hermanos, confiados en que donde no llegamos nosotros, con nuestras miserias y en muchas ocasiones nuestro antiejemplo, llega la gracia y la misericordia de Dios.