Ayer la diputada de Amaiur Onintza Embeita se lució de lo lindo en la tribuna del congreso, con una rima digna de un premio Cervantes: "En mi coño y en mi moño mando yo, y solo yo".
El argumento sublime sólo tenía un pero: era demasiado cortito. Se le hace a uno demasiado breve, efímero y fugaz, por más que sea pegadizo ¿a que sí? Por eso, quizá la insigne señora Embeita tenga a bien añadirle un par de versos más, como estos que le oferto. Y por los que no le cobro derechos de autor, querida:

Mandas
en tu coño
y en tu moño,
pero no
en tu retoño.

A no ser que ud. insinúe que también manda sobre la vida de otra persona, tanto como para decidir que debe morir porque a usted no le viene bien que nazca. No es eso lo que usted defiende, ¿verdad, señora Embeita? O sea, Amaiur no defiende que alguien puede matar a otra persona si le incomoda, ¿verdad, señora Embeita? Es sólo por aclararme: ¿la izquierda aberchale que ud. representa, y que en teoría rechaza el uso de la violencia de ETA y por eso está en las instituciones, no estará acaso proponiendo que alguien, v.g. usted señora Embeita, puede matar a otra persona, porque usted tiene poder sobre esa persona, verdad señora diputada?
Es sólo por curiosidad... ¿Es eso, o no es eso lo que ud. defiende, señora Embeita?

José Antonio Méndez