Gabriel Alonso de Herrera nace en Talavera de la Reina, en el año 1470, en una familia acomodada que da otros ilustres personajes de la historia de la sabiduría en España, como es el humanista Hernando Alonso de Herrera. Tras practicar de joven la la agricultura con su padre, estudia en Granada y viaja por diversos países europeos, terminando como Profesor de la Universidad de Salamanca.
 
            En un momento de su vida, Gabriel abraza la carrera eclesiástica llegando a ser nada menos que capellán del cardenal Cisneros.
 
            Precisamente por encargo de éste, escribe su un tratado de Agricultura general en el año 1513, cuando tiene 43 años de edad, titulado “Obra de agricultura compilada de diversos autores”, el cual, amén de los temas de tipo agrícola que su título sugiere, como el sexo de las plantas, el encurvamiento de las ramas como alternativa a la poda de frutales, el carácter venenoso de algunas especies y muchas innovaciones en las técnicas agrícolas, se adentra también en temas de medicina veterinaria, de farmacología, con las propiedades medicinales sobre el ser humano de las plantas y los alimentos, y hasta de meteorología. El Tratado es financiado por ese gran filántropo y mecenas de su época que fue el Cardenal Regente de España, y repartido gratuitamente entre los labradores.
 
            El Tratado contiene referenciales geniales al sexo de las plantas, la poda de frutales, etcétera y junto a sus novedades, supone un compendio del saber clásivo en lo relatio a agricultura. Escrito en lenguaje sencillo y castizo, registra tal influencia en las técnicas agrónomas, que pasará por muchas reimpresiones, cada una de ellas acompañada de nuevas glosas e interpolaciones. Será traducida al latín y también a otras lenguas vivas, influyendo en la obra de los principales tratadistas del género: así Olivier, así  Galo, así Hartliben, así Heresbach, etcétera, recibiendo el elogio de autores de la talla de Jovellanos.
 
            En 1818, es decir más de tres siglos después de escrita, todavía aparece bajo el título “Agricultura general corregida según el texto original de la primera edición” una edición magna realizada por la Sociedad Económica Matritense en cuatro volúmenes con adiciones de los más notables botánicos de la época, manteniéndose plenamente vigente hasta la segunda mitad del s. XX.
 
            Gabriel Alonso de Herrera muere en el año 1539. Fue retratado nada menos que por El Greco, ahora que se cumple su cuarto centenario, en el año 1600, en un retrato que conserva el Musée des Picardies en Amiens, Francia. Se le ha considerado el padre de la agricultura española. Tiene calle en su Talavera natal, y un instituto de educación secundaria lleva su nombre.
 
 
            ©L.A.
            Si desea suscribirse a esta columna y recibirla en su correo cada día,
                o bien ponerse en contacto con su autor, puede hacerlo en encuerpoyalma@movistar.es
 
 
Otros artículos del autor relacionados con el tema
(haga click en el título si desea leerlos)
 
Del fraile español que fundó la primera universidad americana hace ahora 460 años
Del fraile español que descubrió una de las principales rutas marinas del mundo
De ese fraile español que ya vacunaba treinta años antes de que Jenner inventara la vacuna