Lo cual implica que…, disponemos de un cuerpo material caduco, que se quedara en este mundo y un alma  espiritual eterna, como eterno es todo lo que pertenece al orden superior del espíritu. Todos hemos oído los términos, vida espiritual, vida material, vida eterna, vida corporal o vida humana y es conveniente tener las ideas claras y no mezclar esta terminología pues aunque no parezca así, cada término expresa algo diferente Veamos.

            El primer libro de la Biblia, que se denomina Pentateuco y dentro del Pentateuco, a su vez, también el Génesis es el primero, de los cinco libros integrados en el Pentateuco. La denominación de Génesis, es de por sí bastante expresiva, porque mentalmente enseguida la asociamos al término generar y de aquí saltamos también de inmediato al sinónimo de crear. EL Génesis, en su primer capítulo, nos da cuenta de la creación del universo por Dios en seis días y al séptimo descansó. Es importante aquí tener en cuenta la teoría antrópica, en virtud de la cual, el universo lo creó Dios en función de la existencia del hombre. Para el obispo Munilla de San Sebastián: “Desde el punto de vista de la fe, el principio antrópico se entiende a la perfección. El hombre es la cumbre de la creación; todo el universo fue creado a su servicio. Y cuando la evolución alcanzó el grado de desarrollo necesario, Dios sopló el aliento de vida, es decir, creó e infundió el alma espiritual para que podamos ser lo que somos: personas humanas con la dignidad de ser imagen y semejanza de Dios”.  

Y en el capítulo segundo se nos explica que: 7 Entonces el Señor Dios, modeló al hombre con arcilla del suelo y sopló en su nariz un aliento de vida. Así el hombre se convirtió en un ser viviente”. (Gn 2,7). A continuación se nos explica, la creación del Jardín del Edén del cual manaba un río que regaba el jardín y del cual, a su vez salían otros cuatro ríos de nombre: Pisón, Guijón, Tigris y Éufrates. Después dijo el Señor Dios: “No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada” (……) “21 Entonces el Señor Dios, hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando este se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío. 22 Luego, con la costilla que había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre. 23 El hombre exclamó: ¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se llamará Mujer, porque ha sido sacada del hombre. 24 Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne.25 Los dos, el hombre y la mujer, estaban desnudos, pero no sentían vergüenza”. (Gn 2,21-25).

            Para aquél que se considere creyente, no solo le basta el Génesis, para saber que todo ser humano está formado de materia, arcilla del suelo y espíritu, por el soplo de un aliento de vida de Dios. Para un no creyente, puede ser que no acepte la verdad que está reflejada en el Génesis, pero prescindiendo de esta narración, que es palabra de Dios, el Señor empleaba mucho en los evangelios, un axioma para descubrir algo ser oculto y nos decía: Por sus frutos los conoceréis. Y por sus frutos es perfectamente posible comprender que mantener la inexistencia del alma humana, es una mentecatez, propia de quien teniendo su propia alma, no cree en la existencia de ella y no cree porque está dominado por las actuaciones demoniacas de satanás.   

            El  ser humano, está constituido por dos partes que forman un conjunto llamado persona, una persona carente de cuerpo es un espíritu puro, y si la carencia en un cuerpo, es del alma, ese cuerpo será propio de un cadáver y si es cuerpo animado sin alma, se tratará de un animal. Existen dos clases de vida en el hombre, la llamada vida corporal o material cuya función esencial, debería de ser la de atender el desarrollo corporal en función de las necesidades espirituales del alma de la persona a la que ambos, cuerpo y espíritu pertenecen. Dado que el espíritu pertenece a un estado superior que es el mismo al que pertenece Dios, que es espíritu puro solamente y es nuestra alma la que está creada a imagen y semejanza de Dios no nuestro cuerpo, pues Dios es el Creador de todo  incluida la materia pero Él no es materia. La materia al estar formada por partes, termina siempre descomponiéndose y entonces fenece, la materia no es inmortal.

            Los deseos de nuestra alma nada, tienen que ver con los deseos y apetencias de nuestro cuerpo dominado por la dichosa concupiscencia, de la cual ya hemos hablado. Estas luchas entre las apetencias y deseos de nuestro cuerpo enfrentado a nuestra alma que desea amar a Dios y caminar hacia Él, es lo que se conoce con el nombre de lucha ascética, el grado de fuerte existencia o inclusive inexistencia de esta lucha  en la persona de esta lucha ascética determina unas profundas diferencia en el género humano. Desgraciada mente en aquellas personas en las que no existe una lucha ascética, sus cuerpos se han impuesto a sus almas y en muchos casos lo que les preocupa a estas personas es el culto a único su cuerpo en diferentes manifestaciones

Solo nuestra alma es inmortal porque es simple en su esencia al igual que Dios, que es la simplicidad absoluta. La vida del alma es la llamada vida espiritual cuya función esencial es la de desarrollarse perfeccionando sus sentidos espirituales, para mejor y más amar a Dios y a su semejantes, pues este es el mandato divino.

EL amor dentro del alma humana juega un papel esencial, porque hay que tener presente que ella está creada a imagen y semejanza de Dios y Dios tal como nos dice San Juan evangelista, es amor y solo amor (1Jn 4,7 y 4,16). Real mente nuestra vida en este mundo, entendida correctamente por cualquier creyente es un prueba de amor, en la cual hemos de demostrarle a Dios cuanto le amamos. Y esto es así, dado que Dios nos creó por razón de amor y el amor tiene como una de las características esenciales suyas la reciprocidad, el amante necesita siempre saber que su amado le corresponde. Por otro lado, otra característica esencial del amor, es la libertad. El amor para expresarse en la verdad, necesita libertad, necesita ser libre pues es imposible imponerle a nadie una obligación forzada de amar a otro. Esta es la razón por la que Dios nos regaló el libre albedrío, para que pudiésemos expresarle libremente nuestra correspondencia a su amor. No nos dio el libre albedrío, para que siguiésemos las tendencias concupiscentes de nuestro cuerpo.

La vida humana, es la que hace referencia al conjunto de las de las dos vidas, corporal y espiritual, es decir del cuerpo y del alma, conforme a las cuales se realizan nuestras actuaciones humanas. Por otro lado, sabemos que el alma humana a diferencia del Cuerpo es inmortal, el término vida eterna, se emplea por antonomasia, para referirse a la vida en el cielo, aunque el alma no deja de ser inmortal aunque su destino no sea el cielo.     

            Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.

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