Ir al cine es una buena forma de aprovechar el fin de semana; especialmente, cuando se trata de una producción con mensaje. La película “Último viaje a las Vegas”, protagonizada por Morgan Freeman, Robert De Niro, Michael Douglas y Kevin Kline, es uno de esos éxitos de cartelera que no hay que perderse. Se trata de una comedia que toca aspectos sensibles y significativos de la vida. 

Saber hacerse viejo:

Nos han vendido la idea de que la vejez es sinónimo de amargura, cuando -aún en medio de las dificultades por el desgaste físico- puede vivirse como una etapa alegre, positiva. ¿Quién dice que hay que dejarse morir? Cada capítulo de la vida tiene su razón de ser.

Fidelidad:

En la película, “Sam” pensaba que, para poder mejorar la relación con su esposa, lo mejor era darse una escapada y serle infiel; sin embargo, cuando se le presentó la oportunidad de hacerlo, se dio cuenta que no podía traicionarla, pues con ella había vivido los mejores momentos de su vida. En otras palabras, constató que no valía la pena tirar a la basura 40 años de matrimonio por quince minutos con otra mujer.

Los amigos son como hermanos:

La frase: “solamente nos insultamos entre nosotros”, no es la mejor de las expresiones; sin embargo, dándole una lectura más constructiva, significa que aunque entre amigos haya diferencias y defectos que generen tensión, cuando se trata de una amistad verdadera, incluso los conflictos, se vuelven una forma de consolidarse como amigos que se aceptan y saben moderarse mutuamente.

Conclusión:

Además de un excelente reparto entre cuatro leyendas del cine, el público se lleva una palabra amable a su casa. ¡Vale la pena!

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